domingo, 7 de febrero de 2021

Ibi en el Atlante Español

 


Existen un serie de publicaciones antiguas, en las cuales se pretendía dejar constancia de los aspectos generales de las poblaciones, pudiendo encontrar en ellas descripciones de sus calles, actividades, clima, situación geográfica, así como los aspectos más relevantes de las mismas.

En relación a Ibi, uno de los trabajos más conocidos en este sentido es el de Cavanilles, el cual, además de un relato escrito, nos dejó una vista de aquel Ibi de finales del Siglo XVIII.

Sin embargo, no es la única publicación en la que se menciona a Ibi, pues existen más, y hoy vamos a hablar de una de ellas: el Atlante Español.


Este nombre de Atlante Español es la forma abreviada con la que se conoce, pues su título completo es:

ATLANTE ESPAÑOL, Ó DESCRIPCION GENERAL Geográfica, Cronológica, é Histórica de España, por Reynos, y Provincias: 

DE SUS CIUDADES, VILLAS, y Lugares mas Famosos: de su Poblacion, Rios, Montes, &c. 

ADORNADO DE ESTAMPAS FINAS, que demuestran las Vistas perspectivas de todas las Ciudades: Trages propios de que usa cada Reyno; y Blasones que les son peculiares.


Detrás de este larguísimo título encontramos una obra que se publicó en catorce volúmenes, entre 1778 y 1795, la cual ofrece noticias geográficas, históricas y artísticas de un gran número de localidades, entre las que se encuentran también fábulas legendarias y datos desconcertantes. Por ello, parece ser que recibió algunas censuras.

Su autor, Bernardo Espinalt y García, era, hacia 1778, Oficial del Correo General de Madrid, y seis años más tarde fue ascendido a Administrador principal del Correo de Valencia. Era socio de número de la Real Sociedad Económica Matritense de Amigos del País, tal como se especifica bajo el extenso título que ya hemos visto que tenía su obra.


Ahora bien, puestos a buscar los datos que nos ofrece sobre Ibi, que es lo que nos interesa, tenemos que ir hasta el tomo X, página 20, en la que nos ofrece la siguiente información:


VILLA DE IBI.


EN medio de una gran llanura, que llaman la Hoya de Castalla, está situada la Villa de Ibi, á los diez y seis grados, y catorce minutos de longitud, y treinta y ocho grados, y cuarenta y nueve minutos de latitud, en la falda del pequeño monte del Carrascal, ó Santa Lucia, llamado así por haber en su cumbre una Hermita de esta Santa á una legua de la Ciudad de Xixona, á su Norte. Tiene seiscientos diez y ocho vecinos en una Iglesia Parroquial, cuyo Titular es San Salvador, con un Cura, y seis Beneficiados, un buen Hospital, y tres Hermitas. Los mas de sus naturales se dedican á cardar lana, y estambre, y las mujeres á la hilada para las Fábricas de Alcoy : hacen un buen comercio de la aceytuna que llaman del Cuquillo, la adovan, y llevan en barriles á diferentes partes. Hay en su termino muchas fuentes que forman un arroyo, cuyas aguas sirven para regar una gran Huerta, que produce mucha hortaliza, y fruta de toda especie : está toda su jurisdicción plantada de olivos, moreras, almendros, y otros arboles frutales : produce, trigo, cebada, almendra, centeno, vino, seda, y aceyte el mas exquisito de España. En el monte del Carrascal hay cuatro Pozos para recoger nieve, de los cuales se surten las Ciudades de Alicante, y Xixona, y todas las Villas, y Lugares de seis leguas en contorno de ella, y muchos años las Ciudades de San Felipe, y Orihuela.

La epoca de su fundación no consta ; solo que según Beuter, y Escolano era pueblo de consideración en tiempo de los Romanos : los Moros la destruyeron, pero fundaron un buen Castillo en la cumbre de la montaña de Santa Lucía, del qual aun se conservan algunos vestigios. En el año de 1420 era esta Villa una sola Alqueria, que compró Mosen Francisco Pertusa, y la pobló con Privilegio del Rey Don Alonso V. de Aragón, que confirmó después el Emperador Carlos V. en el año de 1537, en cuyo tiempo ya era lugar de alguna consideracion : lo heredó Bernardo Domenech, que lo vendio á Francisco Pertusa, y este á la Ciudad de Xixona. En el de 1578, obtuvieron sus vecinos el Privilegio de Universidad,  en 10 de Febrero de 1629 el Rey Don Felipe IV la erigió en Villa Real desmembrándolas de la Ciudad de Xixona, desde cuyo tiempo es Realenga, concediendo á sus vecinos varias gracias, que confirmó el Rey Don Felipe V. en 20 de Junio de 1708 por su gran lealtad, con la prerrogativa de que se intitulasen Muy Nobles, Fieles, y Leales, y que en el Escudo de Armas añadieran un Perro rapante en la parte superior, para perpetuar su fidelidad. Tiene por Armas en Escudo dividido en tres partes, dos Castillos sobre peñas uno en cada parte, en campo de plata, y en la parte superior un Perro rapante en campo de oro, y al timbre Corona Real con este lema en la orla : Ibi Regii Patrimonii , del modo que están figuradas en Tomo VIII. Estampa segunda numero treinta.


Para los que gustéis disfrutar de su lectura en su formato original, os adjunto escaneadas las páginas donde quedó registrada toda esta información sobre Ibi.



Las últimas líneas hacen referencia al escudo de la Villa, describiéndolo, y mostrando una representación gráfica del mismo, pero en un tomo diferente, concretamente en el número VIII. 

Os adjunto la estampa en la que aparece, acompañado de los escudos de otras poblaciones. El de Ibi podéis encontrarlo en la parte izquierda, con el número 30. De todas formas, os lo dejo también por separado más abajo.




Espero que hayáis disfrutado de esta breve aproximación a uno de los textos sobre Ibi, que aunque quizás no sea de los más conocidos, sí que nos deja testimonio escrito de un pasado que podemos imaginar y analizar gracias a ellos.


Un saludo, Ibi bloggers.



Imágenes: extraídas del Repositorio Institucional del Banco de España.






domingo, 24 de enero de 2021

La rotulación y numeración de las calles y casas

A veces pasa que hay cosas que no apreciamos, porque están tan sujetas a lo cotidiano, que las pasamos por alto, y desconocemos que tal vez, tras ellas se esconde una historia, o un origen concreto, que puede llegar a ser interesante y curioso.

A mi parecer, es algo aplicable al tema a tratar hoy: las placas con los nombres de las calles y la numeración de las casas, y no me refiero a las placas modernas, ya sean metálicas, cerámicas o de otros tipos, que son sucesoras directas de las que vamos hablar aquí.

Como pasa con muchas cosas, todo tiene un origen y un porqué, y el tema en cuestión no se escapa a ello, así que hay que viajar hasta el año 1859, que es cuando por primera vez en Ibi se fabrican y colocan estas placas cerámicas blancas y azules que habréis visto en algunas calles del casco antiguo.

Pero, ¿por qué justo en ese momento? Bien, con el objetivo de elaborar con todas las garantías posibles el censo de población de 1860, se promulgó la Real Orden sobre Rectificación del Nomenclátor general de los pueblos de España, de fecha 31 de diciembre de 1858, destinada a la formación de un completo padrón de edificios.

Para ello, fue necesario identificar todas las calles y plazas, dando nombre a las que aún no lo tuvieran fijo, o estuvieran indebidamente agregadas a otras calles, adjudicándoles la denominación con que se las conocía popularmente.

En este sentido, Ibi realizó sus "deberes" con agilidad, pues en abril de 1859 los trabajos ya estaban concluídos.

Estas placas con los nombres de las calles debían ser colocadas en ambos extremos de las mismas, concretamente en la parte izquierda del transeúnte, pues las indicaciones que marcó esta ley estaban sujetas a una serie de normas y criterios rigurosos.

Dentro del pueblo, por ejemplo, todo debía estar rotulado y numerado con pinceladas azules sobre cerámica blanca, sin consentirse variación de dimesiones o de formas, ni arbitrariedad en su colocación.

A la hora de numerar todas las casas de cada una de las calles y plazas, se dio entrada a las mismas según su proximidad a la Casa Consistorial (actual Archivo Municipal), de manera que los números impares quedaran en la acera de la mano izquierda, y los pares en la de la derecha.

Estos que aparecen a continuación son algunos ejemplos de placas que aún se conservan y que he podido fotografiar recientemente. Hay algunas que han llegado hasta nuestros días en buenas condiciones, sin embargo otras, no han corrido la misma suerte.



En total se contabilizaron 761 edificios en el casco urbano, y de aquellas primeras placas cerámicas con los nombres de las calles, hoy en día solamente queda una en su lugar, que es la que podéis ver en el nº 1 de la calle Subida a San Antonio. Dado que su estado no es el más adecuado, y la casa donde se encuentra tampoco se encuentra en las mejores condiciones, esperemos que no se pierda para siempre.

Además, en todas las entradas al pueblo, junto a la denominación de la calle que correspondiera, se colocaron también azulejos indicando el nombre de la población, el partido judicial, y la provincia a la que pertenecía. Útiles para los viajeros, informaban a todos los habitantes de la división administrativa de España en provincias, vigente desde hacía escasamente veinticinco años.


De estas últimas, y al igual que ocurre con las cerámicas alusivas a los nombres de las calles, solamente queda una en su lugar, se trata de la que existe en el nº 30 de la calle San Juan, en un estado bastante lamentable, y medio escondida detrás de una bajante. 

Además de ésta, se tiene conocimiento de la ubicación de al menos dos más. Una era la de la calle Berlandí, que al demoler la casa en la que se encontraba para construir una nueva, fue retirada (pues tienen la consideración de bienes protegidos), sin embargo, tanto esa placa como la de la calle se rompieron en el proceso de extracción de la pared, y sus pedazos fueron llevados al Archivo Municipal, donde deben estar.

De la otra placa, da testimonio Ramón Samper, de la que decía "que está adosada en la fachada superior de la casa nº 33 de la calle de San Roque". Así mismo indicaba también que esta casa ya no existe ya que fue demolida para dejar paso a edificios modernos. Su ubicación correspondería aproximadamente al punto intermedio entre los actuales 23 y 25 de la misma calle. Adjunto imagen de la misma a continuación.


Lógicamente, existirían más placas cerámicas de este tipo en las otras entradas a la población, lamentablemente no dispongo de información sobre ellas.


Ahora bien, no solamente el casco urbano fue objeto de ordenación, sino que la totalidad del término municipal fue sometido a la ley anteriormente mencionada. Para ello se dividió administrativamente en cuatro cuarteles rurales por líneas teóricas dibujadas siguiendo caminos o barrancos en dirección a los cuatro puntos cardinales. De esta forma, tenemos que el cuartel Este se centraba en el Camino de Alcoy, el cuartel Norte en el camino de Valencia, el cuartel Oeste en el Camino de Castalla, y el cuartel Sur en el Camino de Tibi.

En cada uno de ellos, las masías, casetas, o cualquier edificio se identificó por un número creciente conforme aumentaba su distancia al pueblo. Dicho número esta vez debía ser en color negro sobre azulejo blanco, con una pequeña letra en la esquina superior derecha, inicial del cuartel que le correspondía (E, N, O, S). Estas placas hoy día ya son  muy escasas, pues los cambios de numeración, el expolio y el abandono han acabado con la mayoría de ellas.

En este caso, se contabilizaron 288 edificios dispersos entre todos los cuarteles: 88 en el Este, 52 en el Norte, 40 en el Oeste, y 108 en el Sur.

En el cuartel Norte, entre el camino de Onil, y el barranco de las zorras, se identificaron casas en el Alamí, Santa María, Biscoi y Las Doncellas. Comenzaba a numerarse en la Bolta (1N) y la Horta del Pont (2N), e incluía las ermitas de San Miguel (13N) y de Biscoi (38N), el pozo de nieve de Barber (49N), y los ocho molinos hidráulicos que había en Ibi.

Éstos, ordenados por distancia eran: el Molino de la Balsa (4N), el Molí Chiquet (6N), el Molino de papel (7N), el Molino Nuevo (10N), el Molino Vicari (15N), el Molino Curt (17N), el Molino de la Peña (20N), y el de Don Pascual (22N). Entre los dos primeros, junto a la balsa, se situaba la caseta del Partidor de Aguas (5N).

Las 40 edificaciones del cuartel Oeste empezaban con El Corralet (1O), entre las calles de Tibi y de Alicante; y el Balsín (2O), junto al camino de Castalla. Llegaba hasta la partida del Safarich, y numeraba Derramadores, algún Alamí, y sobre todo Alfases y Doncellas.

El cuartel Este alcanzaba su número más alto en la partida de Corbó (82E), y reunía casas de Campos, Returas, y la Canal, así como Ramblas y Foyetas.

A él pertenecían las ermitas de Santa Lucía (6E), y la de San Pascual (53E), la casa de Foyaderes (62E), y los pozos de nieve de Pocotrigo (4E), el del Caño (70E), y el del Simarro (75E).

En cuanto al cuartel Sur, comprendía el terreno entre el camino de Alicante, por la parte de poniente, y los caminos de la Devesa y de Torremanzanas. Era el más poblado e incluía Foyetas, Ramblas y Sargarets; Ribarrojas, Derocas, y Argamells; Plas y Carrascales. El primer número correspndía al pozo de nieve de la Calle San José (1S), y también pertenecían a este cuartel el Sargaret (25S), y el Carrascal de Anselmo (102S).


Sin duda, una información curiosa y muy interesante sobre estas placas que como mencioné al principio, pasan desapercibidas a diario, pero que guardan una historia digna de ser contada y recordada, gracias al estupendo estudio que en su día realizó Lidia Sancho, y de cuyo artículo me he servido para poder acercaros hoy esta entrada.

Espero que la disfrutéis.


Saludos, Ibi-bloggers.





Fuente: Azulejos, rotulación y numeración (Lidia Sancho). Revista de Fiestas de Moros y Cristianos 2015

Placa 28N: Extraída del mismo artículo.

domingo, 29 de noviembre de 2020

Apuntes sobre la indumentaria de las comparsas desaparecidas ( 5 ) : Los Romanos

La de Romanos será la última de las comparsas desaparecidas en tratar en esta serie de entradas, y la que hasta la fecha más se resiste a ser sometida a un análisis mínimamente exhaustivo. El estudio o investigación de las prendas que conformaban su indumentaria ha resultado más complicado que el de sus compañeras, pues las fotografías que existen de esta comparsa casi siempre muestran a sus festeros desde lugares lejanos,  y con gente u objetos delante, ocultando buena parte de ellos, lo que dificulta muchísimo su observación.

No obstante, intentaré indagar en ello todo lo que me sea posible en base a las imágenes que he podido reunir, y para ello lo primero será mostrar la fotografía en la que a los festeros de la comparsa de Romanos se les ve más cerca y con más claridad. Se trata de una fotografía que ya conocéis y que lleva el título  "Vista de Fiesta", y cuyo autor, como se comentó anteriormente, es Beltrá. 


En ella, podéis verlos en la fila de la izquierda y en la parte inferior, haciendo la curva para adentrarse en el antiguo Ayuntamiento. Van formando fila portando los arcabuces al hombro, luciendo todos ellos sus característicos cascos con penacho. Os dejo ampliadas dichas zonas a continuación para que podáis verlos mejor.


¿Qué podríamos decir de su indumentaria? La verdad es que las fotografías conocidas, (y cuando digo conocidas me refiero a las que yo he logrado reunir, ya que es posible que existan otras que yo no conozca) no aclaran si la principal era una prenda larga que llegaría más o menos a las rodillas, más o menos como si fuera una túnica corta, y que se ajustaría a la cintura mediante un fajín; o por el contrario,   eran de dos prendas diferentes: camisa y faldón. 

En cualquier caso, el fajín que llevaban en la cintura, y el cual llevaban anudado parece que sobre el lado izquierdo, dejando caer sus dos extremos, hace que no podamos distinguir si se trataba de una o dos prendas.

Sea como fuere, sí es cierto que la parte superior era de manga corta, y además esta manga era de un color distinto al del resto de la prenda al que iba unida, llevando en el borde de la misma una tira de un color más claro, casi blanco. El resto del brazo estaba cubierto por algún tipo de camisa interior de un color mucho más claro. 

El cuello y los puños muestran una curiosa decoración, diría también que en color blanco

En el pecho, concretamente en el lado izquierdo llevaban una cruz de un color algo más oscuro. Este adorno en forma de cruz se daba también, si lo recordáis, en los Garibaldinos.

También llevaban capa, de color oscuro, de cuya parte superior colgaban unos cordones terminados en grandes borlas. Esto se aprecia muy bien en el Romano que va a entrar al antiguo Ayuntamiento.

El colofón al traje de esta comparsa no podía ser otro que el típico casco con penacho que suele identificar las indumentarias romanas. Este penacho del casco no era de un solo color, sino que como se ve en las imágenes, cada uno tenía entre dos y tres colores distintos.


En la otra fotografía de Beltrá "Misa de campaña", que podéis ver a continuación, tenemos a varios festeros Romanos en las filas del fondo, junto a las banderas.


Además, ésta nos aporta un dato realmente curioso, y es que como podéis ver, parece ser que algunos de los componentes de la comparsa de Romanos también llevaban barba postiza, al igual que los Moros de la Manta y los Moros de la Capa. A continuación lo podéis comprobar en la ampliación de la imagen, que aunque no se muestra con la calidad que me hubiese gustado, si bastará para comprobar este dato.

             

En la siguiente fotografía que también hemos visto con anterioridad en otra entrada, podemos ver al Capitán Cristiano del año 1913, Rafael Vilaplana "el dels camionets", de la comparsa de Romanos, que aparece sentado en primera fila, y detrás a la izquierda, a su hermano Alberto, también como festero de la comparsa, aunque los trajes que llevaban no se corresponden con los oficiales, ¿por qué? El comentario que acompaña la fotografía nos lo aclara: el hombre que aparece en el centro de la fotografía, detrás de los Capitanes, y al cual se le menciona como "el tío Fluix", era un alcoyano que les alquiló los trajes y deseó acompañarles. Por ello, parece que optaron por no llevar el traje oficial, con la banda que distinguía a los Capitanes, y eligieron alquilar otros un poco más especiales. La niña que acompaña al Capitán era su hija María, que ejerció de Rodella.

  


Las dos siguientes imágenes pertenecen también al mismo año. En la de la izquierda podéis ver al mencionado Capitán con su hija, la Rodella; y en la de la derecha al Capitán posando él solo. Ésta última fotografía la podéis encontrar enmarcada en un tamaño bastante grande en el Museo de la Fiesta, que como sabéis se ubica en la Casa Gran. La fotografía, como indica el cartel de la parte inferior, fue donada por los hijos del Capitán.



Lamentablemente, la fotografía dedicada a la comparsa de Romanos no da más de sí en lo referente a lo que he podido reunir. Únicamente en la foto de la Embajada de 1888 (colección Samper nº 11) aparece entre la multitud un Romano, el cual se distingue por llevar puesto el casco, hacia el centro de la imagen. Así pues, con la esperanza de encontrar algún día nuevas fotografías que nos aclaren con más precisión cómo era la indumentaria de los Romanos, hacemos la parada en este punto en lo que respecta al análisis de sus prendas.

La historia de esta comparsa nos dejó también algún dato curioso, y es que los Romanos participaban, además de en las fiestas de Moros y Cristianos, en la Semana Santa. De ello, da cuenta Antonio Anguiz en un artículo publicado en el libro de Fiestas de 1998, en el que nos cuenta que antiguamente,  en la procesión del Viernes Santo, a la hora de sacar la Imagen del Jesucristo en el Sepulcro, debido a su gran peso, "...precisaba de doce esforzados mozos del reemplazo siguiente para su traslado, y con frecuentes relevos. La Guardia Civil, por medio de una pareja, escoltaba el Paso y con la particularidad de que era acompañada por dos parejas de componentes de la Comparsa de los Romanos que tenían ese privilegio y de lo que estaban muy orgullosos, haciendo sus relevos".


Llegamos pues, al final de esta serie de análisis de indumentarias de las comparsas desaparecidas, que tanto he disfrutado realizando. Espero que a vosotros también os hayan resultado agradables, y hayáis sentido, al menos, la curiosidad que despiertan estas comparsas que han quedado casi olvidadas, y cuyo rescate de ese olvido, justifica estos artículos. Si alguien ha sentido mínimamente un poco de curiosidad y ha imaginado como vestían aquellos festeros que daban forma a las Fiestas Mayores de Ibi de hace ya más de un siglo, todo este trabajo habrá valido mucho la pena.

Como también mencioné en artículos anteriores, nunca me cansaré de hacer un llamamiento a aquellas personas que tengan algún tipo de información sobre este tema, ya sea en formato imagen, o bien en testimonio oral que hayan recibido de antepasados, cualquier información contribuirá a hacer más grande el homenaje que merecen estas comparsas, que como digo, un día dieron forma a las Fiestas de Ibi. Por no mencionar que estoy seguro, que alguna prenda de estos trajes debe conservarse hoy día, y sacarla a la luz sería uno de los mejores homenajes a estas indumentarias.

Cualquier sugerencia, comentario, duda, y por qué no, correcciones y críticas constructivas, serán bien recibidas, y me alegraré de recibirlas, pues significará que a alguien, en algún momento le interesó un tema tan concreto como el que hemos tratado: Las comparsas desaparecidas de Ibi.


Saludos Ibi bloggers.



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Fotografías utilizadas para esta entrada:

- Fotografía "Ibi. Vista de Fiesta": Biblioteca Digital Valenciana
- Fotografía Misa de campaña: cedida por Sofía Morant Gisbert
- Fotografía Capitanes y festeros: grupo Historia de Ibi (Facebook)
- Fotografía Capitán cristiano y Rodella: http://fotosantiguasdeibi.blogspot.com
- Fotografía Capitán cristiano solo: Museo de la Fiesta de Ibi




domingo, 13 de septiembre de 2020

Apuntes sobre la indumentaria de las comparsas desaparecidas ( 4 ) : Los Escoceses

Llegado el turno a esta, cuanto menos, curiosa comparsa, nos encontramos ante un caso quizás único en los Moros y Cristianos antiguos, pues no he localizado ninguna otra población que contase con una del mismo nombre.

En el caso de esta comparsa, que son Los Escoceses, las fotografías existentes de la misma nos dan una idea muy clara de cómo era el traje que vestían los miembros que la componían. Además, de entre todas ellas destaca una por encima del resto, ya que supone la única fotografía conocida que muestra al completo, o por lo menos a un nutrido grupo, de una antigua comparsa posando para la ocasión.



Datada en 1892, está tomada en el inicio de la calle Mayor, y en ella se distinguen un total de 25 festeros, 6 de ellos niños, todos ellos uniformados al completo, con arcabuz, y dos banderas, la propia de la comparsa a la izquierda, y otra más pequeña a la derecha. La he extraído del libro "Ibi, un destino compartido", de José Mª Ramírez Mellado, pero si queréis verla con muchísima más calidad, en la Colección Samper la encontraréis catalogada como la nº 22, y además en su reverso aparece una inscripción manuscrita que fija la fecha de la fotografía el 24 de septiembre de 1892, con motivo de la inauguración de las fuentes públicas y la traída de aguas potables.

Así pues, de entrada ya podemos ver de forma general la indumentaria de los Escoceses en el Ibi de aquellos años. Antonio Anguiz, en su Miscelánea Ibense, ya nos contaba que los festeros de esta comparsa, buscando la mayor fidelidad posible en el traje, lo adquirieron en Gibraltar.
Además, en el libro de Fiestas del año 1978, existe un artículo llamado "Cincuentenario de la Comparsa Maceros", en el que se cita un testimonio del tío Adolfo "Petit", que dice: "Nuestra comparsa se formó por escisión de la llamada "Comparsa de los Escoceses", fundada ésta por un grupo de Ibenses que helaban en Gibraltar, y trajeron de allí los trajes típicos escoceses.

Para analizar los diferentes complementos que lo formaban, empezaré por la chaqueta, la cual parece que era negra, o gris oscuro, abotonada hasta el cuello, de manga larga, y con doble puño en el cual existía algún adorno o botones, posiblemente metálicos. Debajo de la chaqueta parece que llevaban algún tipo de camisa de color blanco por lo que se ve alrededor del cuello.

La falda, o kilt, a cuadros como no podía ser de otra manera cubría desde la cintura hasta las rodillas, y es una de las prendas más características del traje tradicional escocés. 
El origen de la falda escocesa se remonta al siglo XV, la cual era elaborada en tartán, y sus colores se obtenían con raíces y plantas. Este tartán es un tejido cuyo patrón se forma cuando una serie de líneas horizontales y verticales se cruzan formando un efecto de cuadrados.
En origen, esta prenda parece que tenía unos 5 metros de largo, y se colocaba alrededor de la cintura, pero la tela sobrante se ponía por encima del hombro adaptándose a las circunstancias climatológicas tapando más el cuerpo si hacía frío, o recogiéndose para dejar más libertad de movimiento, sujetándose con un broche. Con el tiempo se simplificó, prescindiendo de la parte superior, aunque como vemos, los Escoceses de Ibi lo llevaban, aunque quizá como prenda separada de la falda.

En el caso que nos ocupa, llama la atención que en ningún momento la pierna aparecía al descubierto, pues tal como se aprecia en todas las fotografías, éstas estaban completamente cubiertas por una prenda blanca que llegaba hasta las rodillas, donde ésta se cubría con otra prenda con dibujos de cuadrados. Desde esa parte hasta llegar a los zapatos llevaban polainas. 

Existía un complemento que se colocaba colgando de la cintura, era el Sporran, que era similar a un zurrón o faltriquera, ya que la falda carecía de bolsillos. Fabricados en cuero o pelo, solían tener una ornamentación más o menos elaborada.

La última prenda sería el sombrero o boina, el cual estaba adornado con una pequeña pluma en uno de los lados, sujeta con algún tipo de broche o adorno.

Llegados a este punto, lanzamos la pregunta que nos hacíamos en las otras comparsas que ya hemos tratado, ¿de qué colores eran estas prendas? Si bien la chaqueta no deja lugar a dudas que se trata de un tono bastante oscuro, la falda y el tartán sobre el hombro nos dejan más dudas. Históricamente, el diseño de los cuadros y los colores que tenían estos trajes estaban ligados al clan al que se pertenecía. Existe uno, el llamado Black Watch, al que también se le conoce como El Set Universal, que por el nombre bien podría tratarse del que llevaban aquellos festeros, aunque como siempre, nos movemos siempre entre suposiciones. 
A continuación os pongo varios ejemplos de tipos de tartán escoceses, siendo el primero el llamado Black Watch. ¿Creéis que alguno de estos sería el de la comparsa ibense?

Black Watch




Dicho esto, pasaremos a centrarnos en otras fotografías, además de la anterior, pues existen otras en las cuales se observan estos trajes. Del blog "Fotos antiguas de Ibi" podemos extraer varios ejemplos. Por un lado una en la que se ve a dos festeros de la comparsa posando con sus arcabuces. En ambos se aprecia al completo la indumentaria descrita más arriba.




La otra muestra un desfile bajando por la calle San Roque, y la original la podéis encontrar en el Archivo Municipal dentro de la Colección Samper, catalogada con el número 147, y datada en 1922, en lo que supondrían los últimos años de estas antiguas comparsas. En este caso, se ve perfectamente en el centro a un festero de los Escoceses portando la bandera de la comparsa, acompañado por festeros y banda de música. Al fondo se observa la frondosidad de los "plàtinos" de la Plaza de la Palla.




En este punto haré una pausa para contaros una curiosidad sobre esta fotografía que acabamos de ver, y que me hace llegar el amigo Kiko, de Muro, autor de unos interesantes artículos sobre las antiguas filaes alcoyanas. Bien, acompañando al Escocés que lleva la bandera, desfilan a su lado, y delante de él, dos festeros con unos trajes que no se identifican  con ninguna de las comparsas desaparecidas de Ibi. Si agudizáis la vista, son los que llevan una cruz en el pecho. Pues el diseño en cuestión corresponde al primero de la filà Alcodianos de Alcoy. Os adjunto la imagen que amablemente me ha cedido Kiko para poder verlo claramente, a quien le agradezco mucho el detalle.



Continuando con los Escoceses, veamos ahora la siguiente fotografía que ya vimos en la entrada anterior dedicada a  los Garibaldinos, en un acto de disparo, y en la cual aparece un Escocés. La podéis encontrar con mayor calidad en el libro "El ojo del tiempo en la provincia de Alicante" vol. 2.  de Ediciones Tívoli. En ella, el festero en cuestión aparece con su arcabuz apuntando hacia arriba justo antes de disparar (ver flecha), y el lugar en el que se encuentra es girando desde la Plaza de las Cortes hacia la de la Iglesia.
Aunque la imagen la encontramos publicada en el libro indicado, la autoría de la misma corresponde al Barón de Purroy.




No podía faltar una fotografía de Beltrá, y es que en la ya conocida "Misa de campaña" podemos ver a un Escocés, y es curioso, pues solamente se ve a un miembro de la comparsa entre todos los que hay de las demás. Éste aparece entre dos banderas, y no lleva la boina o gorro. Es cierto que al ampliar la imagen se pierde mucha calidad, no obstante, os pongo la fotografía entera, y la parte donde aparece el festero ampliada.




Existe otra fotografía de principios del siglo XX, y en la que vemos a los capitanes Rafael Vilaplana "el dels camionets", y Ricardo "el Chono", cristiano y moro respectivamente sentados en el centro. Pues en la parte derecha de la imagen como podéis ver, aparece un festero de los Escoceses. En la ampliación lo podemos ver con más claridad. Por cierto, en el texto que acompaña a la imagen, se le nombra como "Quico Oliveta".




Otras fografías en las que podéis ver a los Escoceses son:

- Colección Samper nº 136: En ella se ve en las escaleras de la Iglesia a un festero de esta comparsa en la parte izquierda, junto a varios festeros más, y junto a los Capitanes y Embajadores de aquel año. Está datada el 12 de septiembre de 1920.
- Colección Samper nº 11: Entre la multitud congregada para ver la Embajada cristiana del año 1888, se ve algún Escocés en la parte inferior central.

Al Archivo Municipal os remito si queréis disfrutar de ellas.


Para terminar con lo fotográfico me gustaría poner la siguiente imagen en la que podemos ver al Capitán de los Escoceses del año 1912, Juan Bornay Monllor, acompañado por su hija Ángela Bornay Miró, que ejerció de Rodella.


Llegados a este punto, me gustaría dejaros un apunte más, y es que cuando se iba a fundar la comparsa de Maseros, allá por 1928, los fundadores intentaron primero revitalizar la comparsa de Escoceses, sin embargo, finalmente decidieron fundar una comparsa distinta, la cual sería la ya mencionada de Maseros. Según el artículo del libro de Fiestas de 1978 que hemos citado más arriba, se dice: Al final de la década de los veinte se pensó en darle a la comparsa una nueva forma que estuviera más de acuerdo con la idiosincracia ibense y así nació la "Comparsa Maceros".

Con esto, desapareció para siempre de Ibi una comparsa, que al igual que alguna de sus compañeras de bando, parecían no encajar muy bien en el concepto de Moros y Cristianos, pero que sin embargo formará parte de la historia de la Fiesta ibense para siempre, pudiéndose recordar a través de las fotografías que nos hablan de como eran aquellas celebraciones que precedieron a las actuales.

Saludos, Ibi-bloggers.






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Fotografías utilizadas para esta entrada:

- Fotografía de grupo: "Ibi, un destino compartido" de José Mª Ramírez Mellado
- Fotografías 2 y 3: Fotos antiguas de Ibi
- Fotografía primer diseño Alcodianos: cedida por Kiko (Muro)
- Fotografía Escocés disparando: Autor: Barón de Purroy.
- Fotografía Misa de campaña: cedida por Sofía Morant Gisbert
- Fotografía Capitanes y festeros: grupo Historia de Ibi (Facebook)
- Ampliación de esta última: fotografía original donada por María "la Chona" al Museo de la Fiesta
- Fotografía Capitán y Rodella: Libro de Fiestas de Moros y Cristianos 1982.

sábado, 9 de mayo de 2020

Apuntes sobre la indumentaria de las comparsas desaparecidas ( 3 ) : Los Garibaldinos

Comenzamos a indagar en la indumentaria del antiguo bando cristiano, y hoy concretamente, en la de los Garibaldinos.
Llegados a este punto, y recordando lo que ya comenté en su día, nos encontramos que en lo referente al bando cristiano, la tarea de analizar su indumentaria se complica, ya que excepto en los Escoceses, no he hallado fotografías en las que ésta se vea en un primer plano, como sí ocurría en las comparsas moras.
No obstante, intentaremos extraer toda la información posible de las fotos disponibles.

El traje de los Garibaldinos era un traje que podríamos definir como de carácter militar. Estaba compuesto por una chaqueta de manga larga con galones y cordones militares, cuello alto, y que se abrochaba por la parte central. A la altura del pecho, y en su lado izquierdo lucían una cruz de un color más claro que el de la chaqueta. A escasos centímetros del borde inferior de esta prenda, una franja de color más claro lo rodeaba. Del mismo modo en el centro, en la zona donde se abrochaba, y alredor del cuello, se observa la misma franja. Los puños de la chaqueta, por supuesto de tipo militar, también tenían unos bordes de color más claro.



Los pantalones eran de un color más claro que la chaqueta y tenían también una franja de un color más oscuro por su lado exterior. 

El cinturón, se colocaba por encima de la chaqueta, y al hacerlo, al ser la chaqueta larga, quedaba un tramo de ésta visible por debajo del mismo.

Como calzado, llevaban unas botas altas que se dejaban ver por completo, ocultando en su interior el extremo inferior de los pantalones.

Es curioso que este traje de Garibaldino incluía un arma, caso único entre todas las demás comparsas, ya que en una fotografía que veremos más abajo, se aprecia algo parecido a un machete colgando del lado izquierdo del cinturón.

Como remate, el sombrero, en este caso, de ala ancha, y concretamente la del lado izquierdo, plegada, punto del cual surgía una pluma, aparentemente bicolor. 

En la imagen superior, correspondiente a la fotografía "Vista de Fiesta", de Beltrá, se aprecian cuatro festeros de la comparsa vistiendo el traje descrito. Pido disculpas por la calidad de la misma, pero al intentar aumentar el punto en el que aparecen estos trajes, la calidad disminuye notablemente.

En la siguiente imagen, publicada por Tívoli en el libro "El ojo del tiempo en la provincia de Alicante" vol. 2, nos encontramos una escena de un acto de disparo, en el cual se ve un Garibaldino cargando su arcabuz, y en el borde izquierdo, cortado por la imagen, otro festero de la misma comparsa, al cual se le aprecia colgando del cinturón, el machete. El lugar donde fue tomada esta imagen es la plaza de las Cortes girando hacia la de la Iglesia, y el autor de la fotografía fue el Barón de Purroy.


Otra de las fotografías donde se dejan ver es la correspondiente a la Embajada de 1888, que aparece en el libro "Ibi, un pueblo que hace historia", de José María Ramírez Mellado, y también en la Colección Samper con el número 11.  


En ella, y entre la multitud, aparecen dos festeros de la comparsa, y en ésta sí que se aprecian perfectamente los cordones militares y la chaqueta. Si la ampliamos lo podremos ver con más claridad:


Esta fotografía, tiene además medio oculto algo realmente interesante. Si os fijáis en ella, veréis que los dos Garibaldinos están por encima del resto de la gente, como si estuviesen subidos en algún sitio. Efectivamente lo están, y justo a la izquierda del que está medio de espaldas se ve como una piedra con una marca, a la que un niño está subido. Comparad esa marca con la de la siguiente fotografía actual:



Pues sí, se trata del abrevadero que actualmente está junto a la ermita de San Vicente. Quienes tengan curiosidad, pueden comprobar que la fotografía antigua lo muestra en una zona comprendida entre la Iglesia y el Castillo, que se colocaba en la intersección de la calle Les Eres y el Ravalet, así que  os podéis hacer una idea de donde estaba colocado. Si además, añadimos que la fotografía está tomada en 1888, pues tenemos que se trata de un abrevadero más antiguo que los que se mencionan con la traída de agua potable en 1892.

Volviendo al tema que nos ocupa, no podía faltar la fotografía "Misa de campaña", también de Beltrá. En ella, aunque de lejos, y en la última fila de los festeros, se ven a cuatro Garibaldinos, uno de ellos sujetado la bandera de la comparsa.


Otra imagen que podemos aportar en este estudio sería la vista del desfile de la Entrada por la plaza de la Palla, en la que se ven algunos Garibaldinos con arcabuces al hombro, comenzando a adentrarse en la calle Mayor, incluso hay un niño que viste el traje de la comparsa.



Es posible que si nos paramos a pensar, lleguemos a la conclusión que una comparsa llamada Garibaldinos no tendría mucha relación con unos festejos que giran en torno a los moros y cristianos, y ciertamente es así, pero también es cierto que no solamente en Ibi tuvimos Garibaldinos, también en Alcoy, Cocentaina, Petrel, o Sax existieron, siendo ésta última la única población que a día de hoy los conserva.

El intentar comprender la existencia de esta comparsa  enlaza con la historia de la Italia del s. XIX, y el propio nombre de Garibaldinos proviene de Giuseppe Garibaldi (1807 - 1882), líder nacionalista italiano que fue uno de los principales artífices de la unificación de Italia. Dada la repercusión que Garibaldi tuvo en la época, ya hemos visto que diversas Fiestas de poblaciones cercanas se decidieron a introducir en ellas una comparsa basada en él.

Basta con echar un vistazo en internet en torno a su figura, y veremos numerosas imágenes que lo representan con un uniforme muy parecido al que utilizaban los festeros Garibaldinos de Ibi.



Opino que, no sería de extrañar que los colores del traje de la comparsa fuesen muy parecidos. Además, siendo "Camisas rojas" el nombre que recibieron los voluntarios que siguieron a Garibaldi en el sur de Italia, durante la Expedición de los Mil, queda patente que el color rojo está muy asociado a Garibaldi y sus seguidores, por lo que de nuevo me repito en pensar, que ese sería muy probablemente el color que lucirían en la chaqueta aquellos festeros. De nuevo, es una hipótesis mía. 

Y aunque efectivamente estas imágenes muestran un traje muy similar al de los Garibaldinos ibenses, algunos pensarán, ¿y el sombrero?, pues como dato curioso, dejar constancia de un testimonio que describía a Garibaldi como "un hombre de mediana estatura, de rostro quemado por el sol, barbudo y con el pelo largo y revuelto. Llevaba un sombrero de ala ancha adornado con una pluma negra de avestruz...", y es que todo tiene un porqué. Ahí lo dejo.

Antes de terminar, me gustaría compartir con vosotros una fotografía de un elemento muy significativo en las antiguas fiestas de Ibi. Se trata de un escudo de Rodella, el cual podéis ver en el Museo de la Fiesta. Si queréis más información sobre este antiguo cargo de la Fiesta, podéis pinchar en el enlace, y ver la entrada que en su día dedicamos a ello.




Es una auténtica maravilla, y como podéis ver en el reverso, perteneció a Rita Rico Guillem, que fue Rodella de la comparsa Garibaldinos en el año 1900. En su parte frontal muestra una pintura de la Virgen de los Desamparados realizada por Miguel Pina Pérez (el tío Miquel el pintor).

Éste escudo es el único vestigio material que conozco que nos ha quedado de esta comparsa, que al igual que sus compañeras, desapareció hace ya un siglo, y esperan pacientemente a que alguien las rescate del olvido en el que se encuentran.

Hasta la próxima Ibi-bloggers.

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Fotografías utilizadas para esta entrada:

- Fotografía "Ibi. Vista de Fiesta": Biblioteca Valenciana Digital
- Fotografía Garibaldinos disparando: Autor: Barón de Purroy
- Fotografía de la embajada de 1888: extraída del libro "Ibi, un pueblo que hace historia", de José María Ramírez Mellado.
- Fotografía actual del abrevadero: del autor
- Fotografía "Misa de campaña": cedida por Sofía Morant Gisbert
- Fotografía de la entrada por la plaza de la Palla: cedida por Antonio Anguiz Cortés
- Fotografía del escudo de la Rodella: del autor