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jueves, 2 de diciembre de 2010

Leyendas ibenses (2): La fuente de San Pascual

Supongo que por todos y todas será conocida la ermita de San Pascual. Sabemos que está situada cerca del pueblo, en pleno monte,... ¿pero sabemos donde radica su origen?, ¿por qué en ese lugar concreto?, ¿desde cuando?...
Existe un libro llamado "Vida, virtudes y maravillas del Santo Sacramento. Pascual Bailón", de Fr. Pascual Salmerón, fechado en 1785; que intenta aclarar su origen, y en el que podemos leer el acontecimiento que al parecer allí ocurrió, y por el cual, se construiría la ermita.
Si tenéis curosidad, podéis ver el libro pinchando en el enlace de arriba.

Transcribiré literalmente los párrafos donde se hace referencia a Ibi, respetando la ortografía original. Vamos pues, a las páginas 231 y 232, donde podemos leer:

"Domingo Perez, labrador honrado, y de cristianas costumbres, vecino de la villa de Ibi, en el reino de Valencia, á una legua de distancia del pueblo, tenia unas tierras de secano, en las cuales nunca se habia descubierto agua, ni el menor indicio de ella. En el año de 1661, estaba aquella tierra muy seca, por no haber llovido en tres años, y así las fuentes y pozos se habían secado. Hallándose un dia en dicho parage, sin agua para su ganado, ni aun para las personas que allí estaban, acordándose que S. Pascual siendo pastor, sacó milagrosamente una fuente en tierra seca, lleno de fé en el Santo tomando un azadon (dia 4 de Agosto de dicho año) dijo, que iba á buscar agua en nombre de S. Pascual. Otro labrador que con él estaba, llamado Tomás Guillen, oyendo su determinacion le dijo con risa, que no encontraria agua desde allí hasta el mar; pero Domingo Perez le dijo, tengamos fé en Dios que por intercesion de S. Pascual nos ha de dar agua, y partiéndose de allí con su azadon, empezó á caminar, invocando interiormente el ausilio de S. Pascual. Habiendo caminado algun trecho, pensando donde cavaría, y viendo que lo mismo seria en una parte que en otra, pues todo el terreno era igualmente seco, levantó el azadon diciendo con mucha fé, en el nombre de Dios y de S. Pascual. ¡Cosa prodigiosa! Al primer golpe que dió en aquella tierra tan árida y seca, salió una fuente de agua cristalina, que inmediatamente empezó á correr con admiracion y gozo grande del devoto hombre, y habiendo hecho un oyo donde se recogiese y embalsase, se fué rebosando alegria á dar noticia de la nueva y milagrosa fuente á su compañero Tomás Guillen. Cuando éste oyó lo que le decia creyó que se burlaba, y no lo queria creer; pero afirmándoselo muy sériamente y diciéndole que fuese con él, y veria lo que le decia, fué, y con él tambien otros que allí estaban, y viendo por sus ojos la cristalina fuente, quedaron sumamente admirados, y alabando á Dios por aquel patente milagro, por los méritos de S. Pascual. Despues de ocho años, se hicieron esquisitísimas averiguaciones de órden de la Silla Apostólica, hasta que vistas las pruebas evidentes, se aprobó este milagro. Persevera hasta el dia de hoy aquella milagrosa fuente, y su agua es llevada para los enfermos. En Ibi es fervorosa la devocion á S. Pascual, y tiene allí la famosa capilla, y se celebra todos los años la fiesta del Santo con mucha solemnidad."

Romería de S. Pascual en Ibi. Año 1921.

Después de todo esto, en las cercanías de donde brotó el agua se construyó una pequeña ermita en conmemoración del acontecimiento, y el 17 de mayo se inició la costumbre de asistir a la misa y disfrutar del día en aquellos parajes, lo cual explicaría el origen de la romería que actualmente todavía se viene celebrando.

Un dato curioso en el mismo libro, lo encontramos en la página 165. En ella, se una hace referencia a Domingo Pérez, (suponemos que será la misma persona del suceso anterior), que dice así:

"Domingo Perez, natural de la villa de Ibi, padecía vehementes dolores de estómago, fué á Villareal á visitar el cuerpo de S. Pascual, pidióle remedio de su mal y quedó libre de él."

Hasta aquí la información que he encontrado al respecto. Creo que no hace falta explicar nada más acerca de esta leyenda, ya que se entiende bastante bien. Sin duda es algo curioso, y una anécdota más para aquellos que no la conocían, y que a partir de ahora ya podrán contar cuando vayan a S. Pascual a pasar un día.

Saludos, Ibi-bloggers.




Fuente:
"Vida, virtudes y maravillas del Santo Sacramento. Pascual Bailón". - Fr. Pascual Salmerón.

"Miscelánea ibense". - Antonio Anguiz Pajarón.
Foto:
http://www.fotosantiguasdeibi.blogspot.com

domingo, 21 de noviembre de 2010

El Centro de Estudios Ibenses (C.E.I.)

Hace ya algunos años, la necesidad de trabajar en varios campos culturales que se podían potenciar, unida a la falta de un cauce para apoyar estas iniciativas, llevó al Ayuntamiento, en el año 1982, a la creación el 5 de marzo de aquel año del Centro de Estudios Ibenses. Este C.E.I., del que vamos a hablar hoy, representó una interesantísima Entidad, que, actuando aparte de la Casa de la Cultura y Centros de enseñanza, precisó de la colaboración de todos aquellos ibenses, que tuvieron verdadero interés en conservar todo cuanto Ibi representaba y había sido.

Así pues, el día 6 de agosto de aquel 1982 se constituye solemnemente en el salón de plenos local, el Centro de Estudios Ibenses, con la imposición de medallas conmemorativas a los primeros miembros.
En aquel acto, D. Luis Satoca Ricart, fué nombrado para el cargo de director.

Son de destacar, las 4 secciones en las fué dividido el C.E.I., de acuerdo con la panorámica que se deseaba abarcar:
  • Costumbres y tradiciones
  • Literatura
  • Historia y arqueología
  • Música y folklore

Al frente de cada una de estas secciones, había un Presidente, que a su vez formabaa parte de la Junta de Gobierno.
Aquellos presidentes iniciales fueron D. Joaquin Miralles Guill (costumbres y tradiciones), D. Juan Verdú Bernabeu (literatura), D. Antonio Anguiz Pajarón (historia y arqueología), y D. Benedicto Ripoll Martínez (música y folklore).

Como sede oficial, le fué asignada la Casa Gran, en cuya planta superior se montó el Museo Local (1982-1988), que fué su primera actividad, y que contó con importantes aportaciones.

Para sus oficinas, se destinaron las instalaciones de la calle Empedrat, 3; donde actualmente se encuentra la Asociación de Reyes Magos.
El lema de su escudo "Culturam spargiere", reafirmaba su papel, ya que el C.E.I. fué constituído para esparcir la cultura en el ámbito que le correspondía.

Al año siguiente, ingresaron nuevos miembros, pero desgraciadamente, con posterioridad fué sistemáticamente ignorado hasta prácticamente desaparecer.

Alguna de las pretensiones del desaparecido C.E.I. fué la edición de un Boletín donde se habrían ido reflejando hechos y datos de nuestra historia para que la juventud hubiera tenido archivo de su pasado, pero desconozco si esto se llegó a llevar a cabo.
En cuanto al Museo, que podría haberse visto enriquecido y ampliado en un futuro, fué finalmente desmontado.

Ahí quedó pues, una grandísima idea que por desgracia no prosperó, y de la que hacía tiempo quería tratar aquí, para recuerdo de quienes lo disfrutaron, y para conocimiento de los que desconocieron su existencia.
Para terminar, os dejo el que fué el Artículo 1º de su Reglamento, el cual decía textualmente:

"Para mejor incidir en el campo de la Cultura, el Excmo. Ayuntamiento, consciente de su papel de animador y a la vez de su responsabilidad en la conservación de los valores históricos y tradicionales de la Real, Fiel y dos veces Leal Villa de Ibi, crea el Centro de Estudios Ibenses que funcionará bajo sus auspicios."


Saludos, Ibi-bloggers.



Fuente:
CENTRO DE ESTUDIOS IBENSES. Luis Satoca. - Libro de Fiestas de Moros y Cristianos 1983
ENTRE EL RIU I LA VIA. Salvador Miró Sanjuán
Foto:
Libro de Fiestas de Moros y Cristianos 1983.

martes, 16 de noviembre de 2010

El castell Vell

Como bien sabréis muchos, Ibi llegó a tener dos castillos, los cuales aparecen representados en el escudo de la Villa.
Habréis oido hablar del Castell Vermell y del Castell Vell. De éste último es del que nos vamos a ocupar esta vez, ya que quizás es el menos conocido de los dos; mientras que en una próxima ocasión nos ocuparemos del Castell Vermell.

El Castell Vell, situado en el barranc dels Molins, en lo alto de un promontorio rocoso, permitía vigilar y dominar el paso hacia la zona de Polop. De origen árabe, parece ser que con la Reconquista y la estabilización de la población a los pies del "Castell Roig" o "Vermell", situado en la actual ermita de Santa Lucía, pasó a segundo plano, y posiblemente sería abandonado, manteniéndose el "Roig", y de ahí, probablemente, la denominación popular de "Castell Vell".
De esta forma, Martín de Viciana, en su "Crónica del siglo XVI", dice que en Ibi hay dos castillos, el uno llamado "Roig" y el otro Castillo Viejo.

Dicho Castell Vell, por las partes norte y oeste, es inaccesible, pues estos lados son caídas verticales de considerable altura; mientras que por su parte izquierda tiene una empinada pendiente de muy difícil acceso. Sólo por su frente, aunque el desnivel es pronunciado, se puede subir hasta él. Y es aquí donde se encuentra la muralla que defendía la fortaleza por esta parte, de la cual todavía quedan algunos restos. Se trata de varios metros de longitud y de altigud, que permiten levantar planos del perímetro exterior.

Su fábrica es de mampostería, de piedras dispuestas en hileras, típica de la arquitectura árabe. Adosada a la muralla queda la base de una torre cuadrada de cuatro metros de alto, del mismo tipo de construcción que la muralla.
Otros vestigios hallados en la zona fueron fragmentos de cerámica, muy dispersa por todo el recinto, siendo de arcilla tosca algunos, y otros de arcilla grabada. La mayoría era cerámica con esmalte color verde, rojo y azul, así como también se hallaron algunos fragmentos de hierro.
Estaríamos hablando de unos restos que datarían de los siglos XII-XIII.

La función del Castell Vell, sería en principio esencialmente estratégica y militar, pues su cometido era la defensa del paso por el barranco, y su vigilancia. Además, su interior no estaría concebido para albergar a gran cantidad de gente, sino más bien a una pequeña guarnición.
Desde la zona, la vista que se domina es el propio barranco, parte de la Foia, algo de la Canal de Alcoy, y mejor la parte de Santa María y Biscoy.

Para terminar, simplemente decir que espero que aquellos que no lo conocían, ahora conozcan un poquito más un elemento importantísimo en la historia de Ibi, y que a menudo queda un poco olvidado allá en el barranco, donde sus piedras son el único testigo de aquella época.

Saludos, Ibi-bloggers !



Fuente y fotos: EL "CASTELL VELL" DE IBI. Salvador Pastor Castelló y Julio Verdú Santonja. LIBRO DE FIESTAS DE MOROS Y CRISTIANOS 1985.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Leyendas ibenses (1): La font de les Capitanes

En esta nueva sección que intentará tratar sobre las leyendas ibenses que conzcamos, he querido empezar con una bastante interesante, y que espero que guste a todo aquel que no la conociese.
En esta primera ocasión, hablaremos de la leyenda de "La font de les Capitanes".

Y es que según parece ser, esta leyenda data de poco después de la conquista de la Foia de Castalla por el Rey Jaime I, cuando dos Capitanes, se quedaron a cargo del Castillo de Ibi, y de su escasa población. Estos dos Capitanes eran Pere d'Azagra i Ximen d'Urrea, aragoneses ambos, y que junto a sus esposas Maria y Lliurada, y una escasa guarnición del Castillo, permanecieron en el pueblo conviviendo con moriscos que cultivaban el término, los cuales dieron en todo momento pruebas de un fiel vasallaje respetando a los dos Capitanes, que como únicos señores, había dejado Jaime I, en el pequeño pueblo de aquel entonces.

Todos los días, aquellos caballeros, cabalgaban por aquellas tierras y disfrutaban admirando aquellos paisajes, por aquel entonces nutridos de las aguas de los dos rios que los atravesaban, cuando un día, llegaron al paraje en cuestión que nos ocupa.

Sucedió entonces (según la leyenda), que a mediados de mayo, en plena primavera, ambos Capitanes cruzaron un puente hecho con trocos de pino que allí había, y bajaron de sus caballos. A ambos lados del rio, existían gran cantidad de chopos, y los caballos pasturaban libremente por allí, y Pere y Ximen se detuvieron a descansar sobre la hierba junto a una fuente de agua cristalina, admirando la naturaleza de aquel rincón.

Hay que decir que, de los moriscos que se han comentado antes, no todos esuvieron de acuerdo en retirarse sin luchar contra Jaime I. Al parecer, algunos de ellos andaban por aquellos parajes, y cuando vieron a los dos Capitanes en actitud tan tranquila y confiada, cayeron sobre ellos y los asesinaron.

Un pastor descubrió poco después el crimen y rápidamente dió aviso de la tragedia. Maria y Lliurada, esposas de ambos Capitanes asesinados, fueron cabalgando hacia el lugar indicado por el pastor, y rompieron a llorar sobre los cuerpos de sus maridos. Entonces, tomando sus espadas, tomaron solemne juramento de ocupar su puesto en las huestes de Jaime I, para luchar contra los sarracenos, maravillándose muchos de verlas luchar en las batallas, en la última de las cuales, sucumbieron con gran heroismo.

Pues bien, la leyenda acaba diciendo, que cuando el Rey tuvo conocimiento de aquel extraordinario suceso, donó las tierras de aquella parte del rio a los herederos que, cuando vinieron de Huesca, mandaron edificar una vivienda en los alrededores de aquella fuente, a la cual llamaron "FUENTE VIVA", nombre que todavía hoy perdura. Esto ya le sonará a más de uno. Además, desde entonces a aquella fuente se la conoce como "FONT DE LES CAPITANES", en memoria de aquellas dos heroicas Capitanas aragonesas.

En fin, si es verdad o no lo es, quizá nunca lo sabremos, lo que sí que podemos hacer es intentar imaginar el paraje de aquel entonces, tal y como cuenta la leyenda.
Voy a aprovechar también para comentar, que si alguien conoce alguna leyenda referente a Ibi, y le gustaría contárnosla, está totalmente invitado o invitada a hacerlo, para de esa forma conocer un poco más el pueblo donde vivimos.

Hasta entonces, un saludo, Ibi-bloggers.



Fuente: LA FONT DE LES CAPITANES. Joan Verdú i Guillem. - LIBRO DE FIESTAS DE MOROS Y CRISTIANOS 1999

martes, 26 de octubre de 2010

Antonio Anguiz Pajarón (1910 - 2001)

Hace unos días me alegró enormemente ver que el Archivo Histórico estaba preparando una serie de actos para conmemorar el nacimiento de un ilustre ibense, que dedicó parte de su vida a investigar y difundir todo lo relacionado con su pueblo.
Qué gran noticia, que se homenajee a este IBENSE, sí, con letras mayúsculas, que en su haber nos dejó 5 libros imprescindibles para comprender las tradiciones y las costumbres de nuestro pueblo: Ibi.
Hablamos, como no, de D. Antonio Anguiz Pajarón.
Desde el Ibi-blog me gustaría dedicarle esta entrada, intentando resumir su vida, aunque es evidente que me dejaré muchísimas cosas, teniendo en cuenta la intensa actividad que mostró durante su vida en tantos aspectos de ámbito local.
Para empezar, viajaremos hasta Baeza (Jaén), donde iniciamos el recorrido por sus antepasados. Allí, en 1839 nació Antonio Anguiz García, su abuelo, que llegó a la vecina localidad de Alcoy en 1868, para incorporarse a su plaza de maestro. Desde el principio, su integración en la sociedad alcoyana fue total, e incluso lograría el primer premio del certamen literario convocado para el sexto centenario de San Jorge, en 1876, demostrando así sus dotes poéticas.
Se casaría con una ibense llamada Carmen Gil Samper, de cuyo matrimonio nacería Antonio Anguiz Gil, en Alcoy, el 23 de abril de 1876. Antonio Anguiz Gil cursaría la carrera de medicina en la Facultad de Barcelona, terminándola en 1901. Tomó posesión de la plaza de médico en Ibi el 2 de noviembre de 1925, sustituyendo al antiguo doctor, D. Joaquín Picó.
Fruto de su matrimonio con Carmen Pajarón, nacería la persona que nos ocupa: D. Antonio Anguiz Pajarón. Sería el 21 de junio de 1910, en Ibi, y sus primeros estudios fueron en "l'ascoleta del Pòsit", teniendo como profesor a D. Francisco Fau. Posteriormente realizó el bachillerato en el Colegio de los PP. Jesuitas de San José, en Valencia. Más tarde, comenzó medicina, realizando los tres primeros cursos en la Facultad de Barcelona y el resto en Valencia.
Desde 1940, cuando murió su padre, pasó a ejercer como Médico General en la Villa de Ibi, hasta cumplir los 70 años, momento de su jubilación, allá en el año 1980.
A partir de ese momento, aprovecha para empezar intentar a dar a conocer cuantos conocimientos y recuerdos había ido acumulando sobre la vida socio-cultural de su pueblo, así como referencias históricas del mismo.
Antonio Anguiz Pajarón, en 1913, a los 3 años, con su primer traje festero, el de la antigua comparsa desaparecida de los Moros de la Manta.
Debido a su profesión como médico, siempre había mantenido relación con toda la gente del pueblo, así que aprovechaba para investigar sobre cualquier aspecto que tuviese que ver con Ibi.
Como él mismo comentaba en su libro Cancionero Ibense:
(...) Bien conocen mis paisanos, que mi iniciación en el costumbrismo local, data de que a los doce u once años, fui con mis padres a uno de los trece días de nuestras Danzas, a caballo de las últimas fechas de diciembre, Navidad, al día de los Reyes Magos. Algunas de las coplas llamaron mi atención y quise hacerme con la letra y, cada una que me agradaba, seguí coleccionándolas, luego fui añadiendo temas del costumbrismo local y más tarde por la historia (...)
Todas aquellas investigaciones quedaron para siempre en multitud Programas de Fiestas de Moros y Cristianos; y en 5 sendos libros, algunos de los cuales han sido ya comentados en este mismo blog.
-Del pasado ibense (junto a Carlos Cremades Marco)
-Los bailes ibenses y sus coplas
-Cancionero ibense.
Es evidente qué palabra es común en todos estos trabajos: "ibense".
Además de todo esto, fue el iniciador de la sección literaria, en el Programa de Fiestas a partir de 1953, y tres años después es nombrado Cronista Oficial de la Villa. Desde 1971, Cronista de Honor. También perteneció al CEI (Centro de Estudios Ibenses), desde su fundación, siendo el presidente de las secciones de historia y arqueología.
Parece ser, que trabajaba en otro nuevo libro, Cosas de mi pueblo, Ibi; que lamentablemente no dio tiempo a ser publicado, debido a su fallecimiento en junio de 2001
Precisamente en ese mismo año en se le concedió el escudo de oro de la Villa. ¡Lástima que no le dio tiempo a lucirlo como seguro él hubiera querido!
Por todas estas cosas y otras tantas que no nos dejamos por contar, es justo reconocer la labor de este, como dije anteriormente, ilustre IBENSE. Así pues, en este año 2010, dediquémosle unos minutos al que tantas horas dedicó a nuestro pueblo.
Reciba nuestros saludos, D. Antonio, desde donde nos esté leyendo.


Fuentes:
ANTONIO CASTELLÓ CANDELA. Centenario del nacimiento de Antonio Anguiz. (Diario INFORMACION)
ANTONIO ANGUIZ PAJARÓN Y CARLOS CREMADES MARCO. Del pasado ibense.
ANTONIO ANGUIZ PAJARÓN. Cancionero Ibense.
Foto 1: http://www.fotosantiguasdeibi.blogspot.com
Foto 2: ANTONIO ANGUIZ PAJARÓN. Miscelánea ibense (Pág.355)


sábado, 23 de octubre de 2010

Pozos de nieve (2): Pou del Barber

En la segunda entrega de este repaso a los pozos de nieve, hoy le toca el turno al conocido pou del Barber.
Lo primero que llama la atención es su denominación "Barber", llamado así por el apodo de su antiguo dueño, haciendo referencia a su profesión o a la de sus antepasados, aunque también se le conoce como Cava Blanca o Cava de Santa María por el nombre de la finca donde se encuentra.

Construido entre los siglos XVIII y XIX, lo podemos encontrar dentro de los límites del Parque Natural de la Font Roja, al este de la Sierra del Carrascar, junto a les Penyes del Racó Vell, y como decíamos antes, dentro de la finca Santa María.

Dispone de unos 8 metros de profundidad actual, y unos 7,3 de diámetro. Con una capacidad de unos 330 metros cúbicos, es un pozo de planta circular, excavado sobre las tierras del montículo del Racó Vell, al sur del Mas de Pardinetes. En su interior, está revestido con un muro de mampostería de piedra calcárea regular trabada con mortero, que sobresale del nivel del suelo, con un grosor de 1,85 m. y sobre el cual encontramos la cubierta, que todavía podemos ver.
Orientada al sur, aún conserva una puerta, con una hoja de madera revestida de una lámina metálica agujereada y con un cerrojo. Sobre ella, también se conserva un gancho de hierro del que se colgaba la garrucha para subir la nieve, y por dentro se ven los agujeros que hacían la función de escalera para bajar al fondo.


Puerta de acceso con el cerrojo, y sobre ella el gancho de hierro.

En el lado oeste hay una ventana sin puerta, con el dintel de piedras en arco de medio punto, y parcialmente derruida, que presenta señales de haber estado cegada con piedras.

Todavía hoy, conserva una cubierta de mampostería, muy rebajada por fuera, pero interiormente abovedada. Exteriormente no presenta tejas, ni parece tampoco que nunca las tuviera, ya que se puede apreciar una gruesa capa de tierra sobre la que existe una vegetación que perjudica su conservación, por ejemplo, en el lado este ya hay tres grietas bastante amenazadoras.


Cubierta vista desde el interior; y restos de la casa del nevatero donde se ve arriba a la derecha, el pozo.

En la parte suroeste, se aprecian los restos rectangulares del pequeño almacén de herramientas para el trabajo con la nieve, y a unos 25 metros hacie el este, los restos de la vivienda del nevatero.

Este pou del Barber, formó parte de red de pozos que explotaron los nevateros de Ibi, para abastecer principalmente a Alcoy y Alicante, aunque en años de mucha nieve, también se suministraba a otros pueblos de la comarca.

En cuanto al propietario actual del pozo, según la información que tengo es un vecino de Alcoy, aunque si no es así, que alguien me corrija, por favor.
Aunque su conservación todavía es más o menos buena, sea como sea, y sea de quien sea, es algo que debería conservarse en las mejores condiciones posibles, antes que sea demasiado tarde.

Por último, animar a toda la gente que no conozca los pozos de nieve, a que se acerque y los vea en primera persona, como se suele decir: una imagen vale más que mil palabras, y además, los pozos de nieve son historia viva de nuestro pueblo.

Un saludo, Ibi-bloggers.


Fuente: GUÍA DE LOS POZOS DE NIEVE DE LA PROVINCIA DE ALICANTE. Manuel Vicedo Martínez y Jaime Ramírez Gosálvez.

jueves, 30 de septiembre de 2010

El Cargador de la pólvora

Hace algún tiempo, comentamos en este mismo blog, la función de un cargo desaparecido en las fiestas de Moros y Cristianos. En aquella ocasión hablamos de La Rodella, ahora, hablaremos de otro personaje que terminó desapareciendo: el Cargador.

Desde finales del s.XVI nos llegan datos de las antiguas Compañías que homenajeaban al Patrón en un principio, y a la Patrona (a partir de 1731), con salvas de arcabuces. Éstas Compañías desembocaron en comparsas muchos años después.
La pólvora en sí, fué prohibida desde 1737, hasta finales del s. XVIII cuando se le concede el permiso a Ibi para poder seguir utilizándola.
Pero las autoridades de aquel entonces dictarían una serie de normas o reglas para su uso, y es posible que en algún apartado de todo este reglamento se haga mención a este Cargador del que hablamos hoy.

Se trataría de una persona mayor, que sin ir con traje de festero, llevaría un recipiente con pólvora. Cada disparador de arcabuces, o tirador, iría acompañado de su Cargador.
Éstas personas mayores responsables, iban al lado del festero disparador, y llevaban un recipiente, de madera u hojalata, con su tapa que cubrían con una manta para evitar percances.
La pólvora entonces iba envasada en unos cartuchos confeccionados con papel de periódico usado, que vaciaban la carga por la boca del arcabuz.

Los servicios de estos Cargadores, eran remunerados, por el propio tirador.

Sin embargo, con la implantación del dosificador o cantimplora , el Cargador desapareció de la Fiesta y dejó de prestar su servicio a los tiradores.

Como anécdota curiosa, en el artículo que me sirve de fuente, puedo leer que se cita la fecha del 5 de mayo de 2006, como el día en que fallecía el que quizás fué el último de los Cargadores de pólvora de las Fiestas de Ibi, Francisco Valero Sanjuán.

Aunque no dispongo de mucha información sobre los Cargadores, me parecía un tema muy interesante a tratar, desde aquí, un pequeño homenaje a todos aquellos cargos que hoy ya no existen en la Fiesta.

Hasta pronto Ibi-bloggers.



Fuente: El cargador de la pólvora. Francisco Martín Ibáñez. Libro de Fiestas de Moros y Cristianos 2006
Foto: http://fotosantiguasdeibi.blogspot.com

jueves, 23 de septiembre de 2010

Biblioteca ibense (7): DEL PASADO IBENSE

Quisiera aprovechar la sección que dedico a hablar de los libros que tratan sobre Ibi, a uno muy especial, uno de mis favoritos, el cual aporta abundante e interesantísima información. Se trata del ejemplar titulado DEL PASADO IBENSE, de Antonio Anguiz Pajarón, y Carlos Cremades Marco.

Del Pasado Ibense es un libro en el que encontraremos una recopilación de trabajos y artículos de tema histórico local, que fueron apareciendo en algunas publicaciones, como Libros de Fiestas de Moros y Cristianos, un antiguo periódico local que se llamaba "Inquietud", en el diario de Levante, etc..., a lo largo de varios años, hasta 1978.

Es en dicho año cuando se presenta esta publicación, coincidiendo con el 400 aniversario de la concesión del título de Universidad de Ibi, lo cual supondría la primera desmembración de Jijona.

A lo largo de sus más de 600 páginas encontraremos artículos relacionados con hallazgos prehistóricos en la zona de Ibi, acontecimientos históricos, religiosos, relacionados con las Fiestas, culturales, otros sobre la industria ibense, e incluso un último apartado donde podemos conocer algunos detalles de la vida de personajes ibenses que han destacado de una u otra manera a lo largo de la historia.
Incluye también un desplegable con un plano del Ibi de la época, en el que llaman la atención los nombres de las calles en aquellos años.

Además, la portada y la contraportada llevan una especie de solapas en las que podemos ver una breve biografía de los autores, D. Antonio Anguiz Pajarón, y D. Carlos Cremades Marco. El primero de ellos falleció en el año 2001, dejando una serie de interesantísimas publicaciones que desde aquí recomiendo como Miscelánea Ibense, Estampas y recuerdos ibenses, Los bailes ibenses y sus coplas, o el Cancionero Ibense. Lamentablemente no pudo publicar un último libro en el que estaba trabajando cuando falleció. De Carlos Cremades Marco, sin embargo, podemos leer uno de sus últimos artículos en el libro de Fiestas de este mismo año, un interesantísimo escrito sobre el Teatro Flora.

Pero volviendo al libro que nos ocupa, no me queda más que recomendar a todo el mundo al que le interese la historia local, le eche un vistazo. A pesar de que se publicó hace 32 años, me consta haberlo visto todavía por alguna librería local, así que a ver si lo encontráis porque de verdad no os arrepentiréis.

Como dato curioso, comentar que la imagen de la portada, una vista preciosa de Santa Lucía, corresponde a un óleo, propiedad de Rafael Miró Sanjuán.



Os dejo con los datos del libro:

Título: DEL PASADO IBENSE
Autores: ANTONIO ANGUIZ PAJARÓN y CARLOS CREMADES MARCO
Año: 1978
Edita: Caja de Ahorros de Alicante y Murcia
Nº págs.: 655
Precio: 15 - 20 € aprox.



Espero que nos leamos pronto, saludos.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

El himno a Ibi

Mañana, cuando se pronuncie el pregón que da inicio a las fiestas de Moros y Cristianos, sonará el himno nacional.
En este blog, y como anticipo a ese pregón, sonará el Himno de Ibi.

Antes de ello, comentar que el primer acuerdo municipal para dotar a Ibi de un himno propio es del 6 de agosto de 1976, cuando se acuerda convocar un concurso para ello, lo cual no llega a prosperar, por lo que años más tarde se encarga a D.Benedicto Ripoll Martínez se encargue de la música; y al escritor, periodista y poeta D.Armando Santacreu Sirvent, de la letra.

El día 3 de abril de 1982, la Unión Musical lo interpretó de forma privada para la Corporación Municipal, y el 26 del mismo mes se grabó en una cinta, contando para la ocasión con la intervención del Coro del Colegio San Juan y San Pablo, dirigido por Sor Ángeles Blasco Sanchez.

Definitivamente, el 6 de agosto de 1982 se aprueba como Himno local, siendo presentado finalmente el 22 de ese mismo mes en los ya desaparecidos jardines de la Casa Gran.

Así que, os dejo con la grabación del himno a Ibi:



Y como no, la letra:

HIMNE A IBI

Alcem els cors per Ibi nostre poble.
Volguda terra, espill de la Regió.
Bressol d'enginy i d'homens generosos
que fan possible un mon ple d'il·lusió.

Brindem honors a Ibi nostre poble.
Solar insigne del bon treballador.
Història viva lligada a la d'Espanya
que al pas dels segles esclata en germanor.

Clamors de torns
de lluites i quefers
són cants de pau
que naixen dels tallers.

Fervor Fidel
per Ibi sempre encés,
per a seguir
la senda del progrés.

Cantem llaors per Ibi nostre poble.
I ses ermites, volgut i honrat blasó.
Castells gloriosos bordats en la bandera
que en esta vila són crit de tradició.

Vixca !
Vixca nostre Ibi !
escrit en lletres d'or !

Vixca !
Vixca nostre poble !
per sempre en nostre cor !




A todos los ibi-bloggers y a todo el pueblo de Ibi, desearos unas felices Fiestas de Moros y Cristianos, y como dice el himno... "Vixca nostre Ibi".



Fuente: ENTRE EL RIU I LA VIA. Cien años en la vida de Ibi. Salvador Miró Sanjuán.

sábado, 4 de septiembre de 2010

La costera del Ravalet

Como ya se ha comentado alguna vez en este blog, la antigua carretera Alcoy-Yecla, cuando pasaba por Ibi, discurría por la actual calle Castalla, entonces sin ningún tipo de viviendas (estamos hablando de hace muchísimos años), Plaza de San Vicente, calle Mossén Guillem, Plaza de la Palla, la actual Manuel Soler, para subir por la calle San Blas (actual Ravalet), y llegar a la calle Colón (hoy Les Eres), para salir hacia Alcoy.

En la foto de la izquierda se aprecia la entonces calle San Blas, a finales del s. XIX.

Desde la zona del Derramador, y según se entraba en Ibi, era todo un contínuo ascender, y había un tramo especialmente delicado y costoso de llevar para los carros con mucho peso, se trataba del trayecto por todo el Ravalet.
Los carros cargados que venían de Castalla, ya sabían lo que suponía el subir la costera del Ravalet, cosa que debían tener en cuenta a la hora de cargar, aunque, debido a que de esta manera la ganancia sería menor, casi siempre se pecaba de exceso.
Además de ello, sabían que siempre era mejor ir cuatro o cinco carreteros juntos, para prestarse la suficiente ayuda.

Una vez llegaban al antiguo "Paraó de D. Emilio", al primer carretero le añadían dos o tres caballerías de los demás (normalemente mulos o burros), partiendo entonces hacia arriba, con la ayuda de los otros carreteros.
A lo largo del trayecto los animales eran azotados con látigos o varas finas, y se solían escuchar las palabras "malsonantes" de los propios hombres que también aportaban su esfuerzo, ayundando incluso a girar las ruedas para salir de algún hoyo, haciendo honor al dicho conocido como "tener lengua de carretero".

Estos carros disponían también de una especie de viga a la que llamaban "galga", y que entre otras funciones colocaban tras las ruedas traseras para evitar el retroceder, no olvidemos que el trayecto era cuesta arriba, aunque a veces esto ocurría, y debido al peso trasero y la pendiente, la caballería quedaba suspendida en el aire, suponiendo esto un serio peligro para los animales.

A todo este "espectáculo", casi nunca faltaban los espectadores, la gente del pueblo, que al verlos pasar, incluso se esperaban, para ver los inconvenientes que de seguro iban a sucederse.
También se daba el caso que la gente que contemplaba todo el proceso desde las ventanas de sus casas, recriminaba a los carreteros cuando las palabras ya subían de tono, o cuando castigaban en exceso a los pobres burros.

En ocasiones, también, se buscaba el zigzaguear la calle, para hacer más "fácil" el trayecto, y se veían los animales incluso encima de las aceras.

Solamente subir el Ravalet, suponía mucho tiempo, pues habían muchos parones, y cuando se avanzaba, solía ocurrir un nuevo inconveniente.

Cuando ya se había subido la calle, y el carro normalmente estaba lleno de polvo o barro, a consecuencia de los baches, se paraba el carro en la entonces calle Colón (les Eres), se desenganchaban las mulas, y junto con los carreteros, volvían al punto de partida para iniciar de nuevo otra subida, y de esta manera, hacerlo todo el grupo.
Todo esto ocurrió durante muchos años, hasta que los camiones acabaron con este tipo de transporte.

Para los que hemos nacido ya en una época donde dominaban los coches y camiones, todo esto puede resultar difícil de creer, o incluso gracioso; imagino que para aquellos carreteros no supondría una gracia el pasar por Ibi.

Un saludo, Ibi-bloggers.




Fuente: MISCELÁNEA IBENSE. Antonio Anguiz Pajarón
Foto: http://www.fotosantiguasdeibi.blogspot.com

viernes, 27 de agosto de 2010

Una anécdota curiosa

Ahora que se acercan las Fiestas Mayores, me gustaría dejar constancia de una anécdota, no muy conocida, referente a la imagen de la Virgen de los Desamparados. Se trata de la imagen antigua, la que fué quemada en 1936.

Parece ser que en los primeros años del s.XX, allá por 1902, o 1903, y sin que se supieran muy bien las causas, en la cara de la Virgen, por las mejillas, aparecieron unas pequeñas líneas, que al poco tiempo se convirtieron en grietas.
El cura y el alcalde, ante aquella situación, decidieron poner sólo en conocimiento de un grupo muy reducido de personas el asunto, y tras barajar algunas opciones se acordó que había que reemplazar la cabeza por otra nueva, pero para ello, la Virgen no debía salir de Ibi.
Es entonces cuando se encarga a un artista de Valencia, la confección de una que fuera lo más parecida. De todos estos trámites se encargarían D. José Pérez-Caballero y su hijo D. Juan Pablo Pérez-Caballero.
Con el mayor sigilo, y de esta manera, llegó la nueva cabeza. Parece ser que ésta no fué de mucho agrado, pues resultó ser un poco llamativa por su colorido, y con un aspecto más juvenil que la otra, pero para no retrasar la reparación, y evitar males peores, se decidió proceder al cambio.

Antigua Imagen de la Virgen de los Desamparados, destruída en 1936

Claro, para reemplazarla por la otra, había que extraer la cabeza dañada, realizando para ello una serie de cortes, en forma de cuña que abarcaban la cabeza, cuello, zona media hasta los hombros y un espacio por debajo del cuelo; y cambiarla por la nueva.
El que debía ser el encargado de cortarla, era Vicente Pascual (el tío Carrasco), el cual, se negaba a realizar dicho trabajo.

Dada la insatisfacción dejada por el artista de Valencia, D. Juan Pablo Pérez-Caballero se trasladó hasta Madrid con la cabeza de la imagen dañada (debidamente empaquetada, no olvidemos que muy poca gente estaba al corriente de todo esto), buscando a un famoso imaginero, el cual realizó su trabajo a la perfección, y no se volvió a ver ningún desperfecto en la imagen de la Virgen. Una vez llegado a Ibi el conjunto reparado, se unió fuertemente al resto de la imagen.

A última hora, y antes de que fuera colcoada la cabeza original, la gente ya había notado algo raro en el rostro de la imagen que se había manipulado, que no era la verdadera, llegando a crearse cierto malestar en la sociedad ibense.
Aún después de quedar reparada la cabeza original, perduraron los comentarios.

Y quizá alguien se pregunte... ¿qué fué de la cabeza que hizo el artista de Valencia? Parece ser que unas hermanas muy religiosas conocidas por "les Capellanetes" (Carmen y María), que vivían en la calle Empedrat, se hicieron con ella, encargaron unas varillas para hacer un armazón que representase la silueta de la Virgen, y le colocaron dicha cabeza y un manto.
Esta nueva imagen con el tiempo se llego a usar para ponerla durante todo el mes de mayo en el altar de la Iglesia y salir en procesión el día del Avís, y posteriormente volver a la casa de dichas hermanas.

Hasta aquí esta anécdota, de la cual quería dejar constancia, ya que resulta cuanto menos curiosa.

Espero vuestros comentarios, un saludo y a disfrutar de las Fiestas de Moros y Cristianos que se avecinan.
Saludos, Ibi-bloggers.




Fuente: Del pasado ibense. Antonio Anguiz Pajarón.
Foto: http://fotosantiguasdeibi.blogspot.com

jueves, 20 de mayo de 2010

El reloj de la torre de la iglesia

Seguro que habéis escuchado en multitud ocasiones los toques del reloj de la torre de la iglesia. Y seguro alguna vez lo habréis mirado sin prestarle demasiada atención.
Repasaremos algunos detalles de la historia de este elemento que tantas veces nos habrá pasado inadvertido.

El día 27 de febrero de 1888, la Corporación Municipal, entre otos, tomaba la decisión de tratar con "predilecta atención a cualquier otro" asunto el conseguir un reloj para la torre de la iglesia, ya que "por espacio de cuatro o cinco años se encontraba la Villa privada de reloj público, pues el que existía antes de acometer las obras de la Parroquia, se hallaba inútil para el servicio...", y además, dato curioso "dicho estado se hacía insoportable".

Aunque hasta el año siguiente, no se podría consignar alguna cantidad en el presupuesto para este cometido, sí se entraron en conversaciones con algunos fabricantes, puesto que D. José Francisco (de Paula) Pérez Vidal, que se encontraba en Madrid fué autorizado para interesarse y enterarse de las condiciones para adquirir un reloj de torre para Ibi, fuese del "renombrado sistema CANSECO" u otro, y que además comunicase las gestiones que hiciese.

Así pues, se recibió respuesta en la que se exponían las gestiones realizadas con el afamado relojero Antonio Canseco y Escudero, como por ejemplo que el sonido de las campanas alcanzaría más de una legua.
El pedido constaría de los siguientes elementos:

"Una máquina de horas y cuartos, con cuerda para treinta horas a un descenso de ocho o nueve metros, con sus curdas metálicas y pesas; un timbre o campana de metal de 300 kg., con su martillo para tocar las horas; otro timbre o campana de metal de 250 kg., también con su martillo para tocar los cuartos; una esfera transparente de cristal de luna, de un metro y dos centímetros de diámetro, de una pieza, con sus cuatro manecillas y cuadraturas para apuntar horas y minutos".

Todo este sistema le costaría al ayuntamiento 4.000 pesetas de la época, además de lo que costasen los gastos de instalación, obras que fuesen necesarias hacer, andamios y accesorios que hicieran falta; los portes desde Madrid; y los gastos de ida y vuelta de los operarios necesarios para colocar el reloj y dirigir las obras (10 pesetas diarias de honorarios).
Por parte del fabricante, el reloj tenía una garantía de 10 años.

Por si a alguien le interesa la forma de pago, decir que se acordó pagar las 4.ooo pesetas de la siguiente forma: 2.000 pesetas al término de la instalación del reloj, y 2.ooo pesetas al año de la misma.
La Corporación dió el visto bueno en fecha 13 de marzo de 1888, y formalizó definitivamente el contrato el 20 de junio del mismo año.

Las campanas pesarían, una 512 kg., y la otra 316, por lo que el 16 de julio de 1888, solicitó se enviasen a Villena dos carros para recoger toda la mercancía, que en total pesaría 1.740 kg.
Una anécdota curiosa cuenta que al montar el reloj, se dieron cuenta que faltaba una pieza esencial sin la cual el reloj no podría funcionar, y para que no tuvieran que volver a Madrid a buscar la pieza, alguien insinuó que podría construirla "El Práctico Picó" (Antonio Picó Beltrá), el cual la fabricó utilizando para ello una cerradura vieja.

Taller del "Práctico Picó" en la plaza de la Palla. Año 1910. En su lugar hoy se encuentra el hotel Plata.

Para terminar, os voy a dejar unos enlaces interesantes. El primero de ellos es un inventario de relojes de la marca CANSECO, donde en la lista podéis ver que aparece el de Ibi; y el segundo un inventario de las campanas, con algunos de sus datos.


Con todo esto, os envío un saludo, y espero que nos leamos pronto, hasta pronto Ibi-bloggers.




Fuente: Herminio Calatayud Benavent. Libro de fiestas de moros y cristianos 1957
Foto 1: E.J. Fuster
Foto 2: http://fotosantiguasdeibi.blogspot.com

domingo, 2 de mayo de 2010

Azulejo protegido

En esta ocasión, me permitiré hacer una entrada diferente. Más que entrada, será una pregunta. No hace mucho tiempo, todavía se podía ver en una de las casas de la calle Berlandi, un azulejo en el que se leía la inscripción "VILLA DE IBI. PARTIDO JUDICIAL DE GIJONA. PROVINCIA DE ALICANTE", concretamente en una casa recientemente reformada, y de la que ha desaparecido de su fachada, dicho azulejo.

Teniendo en cuenta que en el catálogo de bienes y espacios arquitectónicos protegidos de Ibi, aparece este elemento como uno de dichos bienes protegidos, no nos costará mucho imaginar el valor histórico que tiene.

Haciendo un poco de memoria, recordemos que éstos azulejos, antiguamente se colocaban en las fachadas de los edificios o viviendas que mejor situación tuviesen en las entradas del pueblo para la orientación de visitantes y transeúntes.

Hasta hace poco, sólo quedaba "a la vista", el de la calle Berlandi y, siendo que estaba protegido, ahí lanzo la pregunta ¿se extrajo de aquella fachada y ahora se conserva en un lugar adecuado? Si es así, ¿dónde se guarda? ¿quizá en el Archivo Municipal? Como personalmente desconozco su paradero, y desde que desapareció me pregunto que habrá sido de él, me animo a lanzar la pregunta a través de este blog, con el fin de que si alguien tiene noticias del mismo, aclararnos su paradero.

Así mismo, si alguien conoce las antiguas ubicaciones de estos azulejos, podría indicarnos donde estaban. Dos azulejos son de los dos que tengo conocimiento, uno es el comentado de la calle Berlandi, y el otro estaba en la calle San Roque, concretamente en la fachada de la antigua casa nº 33.

Azulejo que estaba situado en la calle San Roque. (Foto: Colección Samper)

Sería muy bueno, recibir noticias positivas de su conservación, hasta entonces, recibid un saludo, Ibi-bloggers.





domingo, 25 de abril de 2010

Moros y Cristianos en Ibi. Breve resumen de sus orígenes.

Ante la proximidad del Avís, creo que es buen momento para hablar de fiestas. Como todos sabemos, las Fiestas Mayores que Ibi celebra tienen lugar en septiembre, aunque no siempre han sido como ahora las conocemos.

El origen de las mismas se sitúa en lo que se conoce como "Soldadesca", y la primera referencia a ellas la encontramos en "Libro de Consejos, Extracciones y Habilitaciones de la Universidad de Ibi", donde en acta del 16 de junio de 1596 se expresa el acuerdo municipal de celebrar las fiestas de "El Salvador". Aunque es posible que en fechas anteriores también se celebraran, no tenemos documentación escrita, por lo que no se puede demostrar.
Hay que destacar que no hay constancia de que esta "Soldadesca" incluya Moros y Cristianos como hoy los conocemos.
Para explicar brevemente que era esta "Soldadesca", diremos que se trataba de una especie de competiciones de tiro, en la que el ganador conseguía algún premio ("la joya"). Además de ésto, se formaban compañías para homenajear al Patrón, en nuestro caso "El Salvador", con salvas ("fer la mostra"). En aquella época existía una guarnición de tropa compuesta por un voluntariado, la cual era comandada por un capitán que nombraba el ayuntamiento, y la cual estaría estructurada en base a la reglamentación de lo que se llamaba "Milicias del Reino". De entonces vienen los nombres de Sargento, Cabo de escuadra, escuadra...

A partir del año 1731, que es cuando llega la imagen de la Virgen de los Desamparados, Ibi cambia de advocación, celebrando las fiestas de "Soldadesca" al mes siguiente de la llegada de la imagen, es decir en septiembre, coincidiendo con las fechas de la "Natividad de Nuestra Señora" (8 de septiembre), y la "Festividad del Dulce Nombre de María" (1 2 de septiembre).

El 21 de octubre de 1737, cuando a estas fiestas ya se le habían sumado otras diversiones como pelota, hogueras, o "cordaes" entre otras, les llega la prohibición de vender, usar fuegos o disparar con arcabuces, lo que provocaría casi tres décadas de suspensión de "Soldadesca" por este motivo. Tras la petición de la localidad al rey Carlos IV para que les conceda el permiso de seguir celebrando sus fiestas como "desde inmemorial lo vienen haciendo", la fiesta se reanudaría ya finalizando el siglo XVIII.

Es a partir del s. XIX cuando se produce el tránsito hacia lo que serían en el futuro las fiestas que hoy conocemos. En los primeros años de ese siglo, las actas municipales reflejan que el ayuntamiento nombraba ya dos capitanes en lugar de uno. ¿Existían ya entonces los bandos cristiano y moro? ¿o se trataba de dos ejércitos? Es posible que en aquellos primeros años del siglo ya se vieran atuendos de moros y cristianos. Aproximadamente a partir de 1860, y coincidiendo con la "Primera guerra de Marruecos" se acentúa el odio a los moros, y resucita el miedo al turco de los siglos XVI y XVII. De hecho muchos trajes moros de las fiestas más antiguas reflejan más referencias turcas que árabes.
Cuando a la fiesta se la dota de Embajadas es cuando se la considera de Moros y Cristianos. La de Ibi, fué escrita por Vicente Boix , pero hablaré de forma más extensa sobre ella en otra ocasión.
La inestabilidad de aquellas incipientes fiestas, la escasa participación popular, la ausencia de organización reguladora, epidemias, factores sociales, y las escasas posibilidades económicas harían de los Moros y Cristianos ibenses de aquella época unas fiestas intermitentes. Se fundaban y desaparecían comparsas, de las que, las más constantes fueron los Romanos, Garibaldinos, Escoceses, Moros de la Capa y Moros de la Manta. De todos ellos ya hablamos en su día aquí.
Todas estas comparsas desaparecieron a principios del siglo XX, y a finales de los años veinte, cuando se funda la comparsa de Argelianos empieza una nueva etapa de nuestras fiestas, que desde entonces va adquiriendo la forma definitiva que conocemos actualmente.

Esto ha sido un brevísimo resumen de la historia de las fiestas en nuestra localidad. De todas formas, me sigo haciendo una pregunta en referencia a las comparsas en su día desparecidas. Ya que dejaron de existir en torno a los años veinte del siglo pasado, no sería descabellado pensar que alguien pudiera conservar alguno de los trajes de aquellas comparsas. Sería fascinante, si fuese así poder contemplarlos expuestos algun día.

Un saludo, Ibi-bloggers



Fuente: Ibi, un pueblo que hace historia. Jose Mª Ramirez Mellado.
Foto: http://fotosantiguasdeibi.blogspot.com

miércoles, 14 de abril de 2010

Pozos de nieve (1): Pou del Simarro

Primera entrega de una nueva sección. Los pozos de nieve son uno de los elementos más importantes de la historia de Ibi, y de muchos de sus habitantes, que en la nieve encontraron una forma de salir adelante.
Ya se comentaron en su día los pozos desaparecidos, ahora les toca el turno a los que todavía nos quedan. Creo que es fundamental que se restauren y conserven en las más dignas condiciones, por ello, dedicaré un pequeño homenaje a cada uno de ellos desde estas líneas. Empezaremos hoy por el del Simarro.

Este pozo, de planta circular, es de los más grandes de la zona. Está ubicado en la ladera de enfrente del Menejador, e internamente está revestido con un muro de piedra calcárea regular trabada con mortero.
Tiene cuatro puertas a un mismo nivel de altura sobre el suelo, orientadas al norte, sur, este y oeste, aunque solamente se conservan en buen estado las orientadas hacia el sur y hacia el oeste.
Por dentro del pozo se ve una puerta de acceso por el lado norte a la altura del tercio superior, hecha de sillares y de una altura de metro y medio, que dispone de un túnel abovedado de unos 11 metros de longitud, aunque está obstruido por las tierras desprendidas de su propio techo, impidendo así el acceso. Por encima de esa puerta se observa un agujero en el que supuestamente se incrustaría la viga de la que se colgaba la garrucha para sacar la nieve.

En cuanto a la cubierta, originariamente dispuso de una de teja apoyada sobre dos arcos cruzados de sillería cuyos cuatro puntos de apoyo en el muro todavía son visibles a día de hoy. Cuando esta cubierta desapareció, se realizó otra, que también se encuentra derruida casi totalmente, ya que solo en la parte noroeste se mantiene algún fragmento.

En cuanto al nombre del pozo, proviene de la cueva que existe en las proximidades, aunque también se le llama "Cava Roja". Como curiosidad, una plaza del barrio Mirasol, lleva también el nombre de Simarro.

En el fondo del pozo actualmente encontraremos una capa de tierra y piedras procedentes del derrumbamiento de la cubierta y parte de las paredes laterales. También podemos ver como se extienden sobre él, zarzas y hiedras, ocultándo en gran parte la obra, sobre todo por el lado norte. También del fondo, surge un fresno que supera los 5 metros, y que parece muerto por haberse hecho fuego junto a su tronco.

Interior del pozo, como se ve, hay numerosa vegetación cubriendo gran parte de los muros.

A poca distancia del pozo, en dirección oeste, aún quedan algunos restos de una pequeña construcción que debió de servir para guardar las herramientas y puede que para vivienda del encargado del pozo.

En cuanto a la fecha de construcción, se estima el año 1750. El primer propietario y constructor del pozo fué Bartolomé Picó, nevatero alicantino que también figura como constructor de otros pozos como el del Canyo, o la cava Coloma.
Aunque el pou del Simarro se encuentra dentro del término municipal de Ibi, el propietario del mismo actualmente es el Ayuntamiento de Alcoy. Es uno de los pozos más grandes de la zona, sino el que más con 14,7 metros de diámetro, 16,2 de profundidad (actual), y unos 2.700 metros cúbicos de capacidad estimada.

Sin duda, una gran herencia que deberíamos conservar en mejores condiciones. Desde aquí, dejamos caer la piedra en el tejado que corresponda para que se estudie su restauración.

Y sin más, con esto, doy por finalizada la primera entrega de este nuevo apartado. Y si todavía hay alguien que no ha ido a ver los pozos, que no se lo piense dos veces. Y si ya los habéis visto, pues siempre podéis repetir. Ánimo a todos los Ibi-bloggers, y un saludo.



Fuente: GUÍA DE LOS POZOS DE NIEVE DE LA PROVINCIA DE ALICANTE. Manuel Vicedo Martínez y Jaime Ramírez Gosálvez.

miércoles, 7 de abril de 2010

Calles ibenses (5): PLAZA SANCHIS BANUS

Después de las mini vacaciones de semana santa, volvemos al ataque, comentando cosillas curiosas sobre nuestro pueblo. Hoy en concreto le toca el turno a una plaza muy conocida en Ibi: la plaza Sanchis Banús, o como vulgarmente se le llama a veces, la plaza del Zaragozano.

Para exponer muy brevemente quién era D. José Sanchis Banús, decir que fué un médico español, nacido en Valencia en 1893. Considerado como uno de los padres de la psiquiatría española, fué director de la revista "Archivos de Medicina, Cirugía y Especialidades", Vicepresidente de la "Asociación Española de Neuropsiquiatría", fundador de la primera escuela psiquiátrica de orientación psicológica, e incluso presidente del Colegio de Médicos de Madrid, cargo para el que fué elegido en el año 1928.

Aún así, su intensa actividad profesional, no le impidió dedicarse también a la política, y en 1931 es elegido Diputado a Cortes en las Constituyentes de la II República, por el Partido Socialista.

Su relación con Ibi, viene dada por el hecho de que, estando casado con Aurora Pérez González, vecina de Alcoy, veraneaban ambos, junto a sus tres hijos, en la finca propiedad de la familia de ésta, la finca Giravela. Asimismo, esta relación se vería acentuada cuando el 23 de julio de 1932, Sanchís Banús, muere prematuramente en Ibi, al parecer por una afección hepática con complicaciones cardíacas.

Entierro de José Sanchís Banús. Banderas del PSOE y de la UGT en la fachada de la Casa del Pueblo ibense.

Después de su muerte, varios fueron los intentos de las autoridades locales para perpetuar la memoria del ilustre médico valenciano.
Así es, tan solo cinco días después de su muerte, la Corporación Municipal, cambia el nombre de la calle Santa Rita por Dr. Sanchís Banús. Observad que esta calle, es la que se dirigía hacia la finca Giravela, lugar que era, tal como se ha comentado antes, residencia veraniega del doctor.
Este nombramiento no sería todo, ya que en el año 1937, según acta del pleno de fecha 23 de febrero, se acuerda otorgarle el nombre de Sanchís Banús al recién construído Grupo Escolar (actual Cervantes).

Años más tarde, con la llegada de la dictadura, la calle Santa Rita recuperaría su antiguo nombre, y por acuerdo plenario, en 1947, el colegio cambiaría su nombre por el de Cervantes.

Para terminar, ya en fechas más recientes, el 25 de septiembre de 1986, "en reconocimiento a su aportaión a la Psiquiatría Española, haber contribuido a elevar y prestigiar la medicina y su vinculación a esta localidad en donde reposan sus restos", se da su nombre al colegio de Educación Especial; y el 25 de abril de 1990, el pleno otorgaba "a la plaza que forma la edificación sita entre el final de la calle San Roque, calle Doctor Ferrán, y calle Dos de Mayo la denominación de Plaza del Doctor Sanchís Banús", compartiendo de esta manera privilegio con otros insignes médicos que la circundan.

También me gustaría comentar que José Sanchís Banús fué enterrado en Ibi, donde hoy día reposan sus restos junto a un epitafio que quiso resumir su vida: "Hombre Bueno, Maestro en el Arte de Curar". Para todos aquellos interesados en conocer más a fondo la vida del doctor Sanchís Banús, les animo a hacerlo pues aquí sólo he destacado algunas líneas de forma muy breve.

Un saludo Ibi-bloggers.




Fuente: Boletín de Información Municipal (B.I.M.)
Foto 1: http://www.icomem.es/apps/fotos_icomem/presidentes.html
Foto 2:
http://www.fotosantiguasdeibi.blogspot.com

miércoles, 24 de marzo de 2010

¿Sabías que...? (2)

Os dejo con la segunda aportación al apartado "¿Sabías que..?". Ya sabéis, datos curiosos, siempre en torno a Ibi, comentados de una forma muy breve. Aquí los tenéis:


¿Sabías que tras el expolio que sufrieron los archivos y la iglesia en agosto de 1936, todos los objetos, documentación, imágenes, etc... se llevaron al trazado de la vía, cerca del camino del cementerio, y allí se quemó todo en una gran hoguera? Por cierto, cuentan algunos de los que vivieron aquella experiencia, que hubo gente que cogió documentos de todo el montón de objetos para salvarlos, algunos de los cuales se podrían haber quedado en casas particulares.

¿Sabías que hace años, en la calle San José, se llegaron a celebrar Fallas? En concreto desde 1949 a 1953. El motivo de que dejaran de celebrarse... un conflicto con la ONCE. Así es. Quizá en una futura entrada lo comentemos con más detalle.

¿Sabías que según un artículo publicado en un libro de fiestas, las casas del carrer Empedrat de la zona más alta, daban a un pasadizo que llegaba a donde antes estaba el lavadero que se surtía de las aguas de la fuente de la Plaza de la Iglesia, tanto de la actual como de la que le precedió? ¿Esto quiere decir que antes de la fuente actual, había otra? Teniendo en cuenta que la actual data de 1892, ¿existirá alguna foto de la anterior (si es que existió)? No he visto ninguna foto de ella, quizá no haya ninguna, ya que la fuente actual lleva allí desde 1892.
¿Alguien podría dar más detalles sobre esto? Es realmente curioso.
(Aunque ahora mismo no tengo los datos del artículo en sí, lo buscaré, y os diré próximamente donde podéis leerlo.)

¿Sabías que las monedas emitidas en Ibi en 1937, son actualmente una pieza muy buscada por coleccionistas? Actualmente alcanzan un valor considerable, y hay numerosas falsificaciones. Un coleccionista de Alcoy me comentó hace tiempo que tenía en su poder un trozo de uno de los troqueles de estas monedas.

¿Sabías que en el grabado que Cavanilles hizo de Ibi en 1797, aparecen elementos como el Pósito, los tres plátinos de la Plaza la Palla, la antigua iglesia con un sólo campanario, el olmo del Plantiu, o una "peculiar" ermita de Santa Lucía?



Espero que os resulten interesantes estas anécdotas, tanto si las conocíais como si no. En todo caso, ya sabeis que podéis expresar vuestras opiniones, críticas, sugerencias, comentarios,... lo que queráis.
Un saludo Ibi-bloggers.

sábado, 20 de marzo de 2010

Los frescos del s. XVI

En esta ocasión he querido recordar la existencia de dos obras de extraordinario valor para el pueblo de Ibi. Se trata de unos antiguos frescos que existían en una casa de la calle San Francisco.

Cuando a principios de los años 80, se amplió la plaza de la Iglesia, construyendo las escaleras que llevan hasta el monumento a la Virgen y a la Fiesta, previamente habían sido derruidas las casas que componían la manzana limitada por la misma plaza, la calle San Francisco, la calle Trinidad, y la calle Aurora Pérez-Caballero.

Cuando se iban a derribar las viviendas correspondientes a los números 6 y 8 de la calle San Francisco, se recordó que en esa última, la que hacía esquina con la calle Trinidad, habían unas pinturas sobre la pared.

En concreto en una de las habitaciones se encontraban estas pinturas ejectuadas al fresco, y aunque aquella habitación, no parecía haber sido nunca destinada a capilla, originalmente estuvo unida a otras piezas de la vivienda formando una amplia entrada, como se apreciaba por el fragmento de arco de medio punto del muro que daba entrada a este cuarto. Posteriormente unos tabiques redujeron dicha habitación, a la que destinaron posiblemente a dormitorio.

El día 11 de febrero de 1982, se estudiaron las pinturas y sus posibilidades de salvamento. Se dictaminó que éstas estaban ejecutadas al "buen fresco", es decir, con colores de naturaleza mineral diluidos sólo en agua y aplicados sobre un enlucido de cal y arena estando aún fresco. Los colores utilizados fueron exclusivamente ocre, rojo y negro.

En total se trataba de dos pinturas, una más grande, que medía 2,25 metros de ancho por 1,86 de alto, que representaba la Coronocación de la Virgen (imagen de la derecha); y otra más pequeña, que representa a la Virgen de los Desamparados, y dos figuras orantes de un hombre y una mujer (imagen superior). Las medidas de ésta son en cuanto a anchura, 1,10 metros; mientras que el límite superior de esta última no estaba definido por una línea recta, sino por la forma del techo compuesto por vigas de madera.

Hay que destacar la fecha en la que fueron realizadas, y que aparece escrita en la imagen más grande "-1586- día XI de diziembre".
Al parecer cada cuadro se hizo en una sóla jornada, habíendose realizado primero el que representa la Coronación.

Teniendo en cuenta que la casa había estado habitada casi continuamente, el estado de conservación era bueno, aunque se observaron restos de encalados antiguos en forma de pequeños pegotes o manchas que la suciedad superficial había hecho pasar desapercibidos. También tenían pequeños agujeros, consecuencia de clavos, y el más pequeño de los frescos, presentaba varios grandes agujeros que afectaban a dos trozos de cenefa y al hombro de la figura masculina. En el más grande se apreciaba una gran grieta, de arriba a abajo en la parte derecha, que se produjo por un movimiento del muro.

Pues bien, como urgía derribar estas casas, se plantearon dos opciones para tratar de conservar ambas pinturas, una era derribar toda la casa excepto los muros con los frescos, y la otra trasladar éstos de lugar, siendo ésta última la opción escogida.

Un momento en los trabajos de extracción de los frescos.

La primera fase de estos trabajos consistieron en extraer los frescos, arrancando para ello la capa de enlucido que contenía la pintura. Los trabajos comenzaron el 19 de febrero, y finalizaron el 28 del mismo mes. La siguiente fase consistiría en instalarlos sobre un nuevo soporte para que pudieran ser contempladas en buenas condiciones.

Después de realizar toda esta tarea, ambos frescos fueron instalados definitivamente en una sala de la Casa Gran, y años más tarde los trasladaron a la ermita de San Vicente.

Por cierto...¿alguien sabe si continúan allí?

Si alguien tiene curiosidad por conocer detalladamente todo el proceso llevado a cabo en la extracción de estos frescos, tan sólo tiene que consultar el libro "LA CASA GRAN" del Instituto de Estudios Alicantinos, editado por la Diputación de Alicante en 1983. En él encontrareis todos los detalles de esta operación, además de encontrar todo tipo de información sobre la Casa Gran y sus jardines.Justificar a ambos lados

Espero vuestros comentarios, hasta enconces, un saludo, Ibi-bloggers.




Fuente y fotos: LA CASA GRAN. Instituto de estudios alicantinos.