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domingo, 21 de noviembre de 2010

El Centro de Estudios Ibenses (C.E.I.)

Hace ya algunos años, la necesidad de trabajar en varios campos culturales que se podían potenciar, unida a la falta de un cauce para apoyar estas iniciativas, llevó al Ayuntamiento, en el año 1982, a la creación el 5 de marzo de aquel año del Centro de Estudios Ibenses. Este C.E.I., del que vamos a hablar hoy, representó una interesantísima Entidad, que, actuando aparte de la Casa de la Cultura y Centros de enseñanza, precisó de la colaboración de todos aquellos ibenses, que tuvieron verdadero interés en conservar todo cuanto Ibi representaba y había sido.

Así pues, el día 6 de agosto de aquel 1982 se constituye solemnemente en el salón de plenos local, el Centro de Estudios Ibenses, con la imposición de medallas conmemorativas a los primeros miembros.
En aquel acto, D. Luis Satoca Ricart, fué nombrado para el cargo de director.

Son de destacar, las 4 secciones en las fué dividido el C.E.I., de acuerdo con la panorámica que se deseaba abarcar:
  • Costumbres y tradiciones
  • Literatura
  • Historia y arqueología
  • Música y folklore

Al frente de cada una de estas secciones, había un Presidente, que a su vez formabaa parte de la Junta de Gobierno.
Aquellos presidentes iniciales fueron D. Joaquin Miralles Guill (costumbres y tradiciones), D. Juan Verdú Bernabeu (literatura), D. Antonio Anguiz Pajarón (historia y arqueología), y D. Benedicto Ripoll Martínez (música y folklore).

Como sede oficial, le fué asignada la Casa Gran, en cuya planta superior se montó el Museo Local (1982-1988), que fué su primera actividad, y que contó con importantes aportaciones.

Para sus oficinas, se destinaron las instalaciones de la calle Empedrat, 3; donde actualmente se encuentra la Asociación de Reyes Magos.
El lema de su escudo "Culturam spargiere", reafirmaba su papel, ya que el C.E.I. fué constituído para esparcir la cultura en el ámbito que le correspondía.

Al año siguiente, ingresaron nuevos miembros, pero desgraciadamente, con posterioridad fué sistemáticamente ignorado hasta prácticamente desaparecer.

Alguna de las pretensiones del desaparecido C.E.I. fué la edición de un Boletín donde se habrían ido reflejando hechos y datos de nuestra historia para que la juventud hubiera tenido archivo de su pasado, pero desconozco si esto se llegó a llevar a cabo.
En cuanto al Museo, que podría haberse visto enriquecido y ampliado en un futuro, fué finalmente desmontado.

Ahí quedó pues, una grandísima idea que por desgracia no prosperó, y de la que hacía tiempo quería tratar aquí, para recuerdo de quienes lo disfrutaron, y para conocimiento de los que desconocieron su existencia.
Para terminar, os dejo el que fué el Artículo 1º de su Reglamento, el cual decía textualmente:

"Para mejor incidir en el campo de la Cultura, el Excmo. Ayuntamiento, consciente de su papel de animador y a la vez de su responsabilidad en la conservación de los valores históricos y tradicionales de la Real, Fiel y dos veces Leal Villa de Ibi, crea el Centro de Estudios Ibenses que funcionará bajo sus auspicios."


Saludos, Ibi-bloggers.



Fuente:
CENTRO DE ESTUDIOS IBENSES. Luis Satoca. - Libro de Fiestas de Moros y Cristianos 1983
ENTRE EL RIU I LA VIA. Salvador Miró Sanjuán
Foto:
Libro de Fiestas de Moros y Cristianos 1983.

martes, 16 de noviembre de 2010

El castell Vell

Como bien sabréis muchos, Ibi llegó a tener dos castillos, los cuales aparecen representados en el escudo de la Villa.
Habréis oido hablar del Castell Vermell y del Castell Vell. De éste último es del que nos vamos a ocupar esta vez, ya que quizás es el menos conocido de los dos; mientras que en una próxima ocasión nos ocuparemos del Castell Vermell.

El Castell Vell, situado en el barranc dels Molins, en lo alto de un promontorio rocoso, permitía vigilar y dominar el paso hacia la zona de Polop. De origen árabe, parece ser que con la Reconquista y la estabilización de la población a los pies del "Castell Roig" o "Vermell", situado en la actual ermita de Santa Lucía, pasó a segundo plano, y posiblemente sería abandonado, manteniéndose el "Roig", y de ahí, probablemente, la denominación popular de "Castell Vell".
De esta forma, Martín de Viciana, en su "Crónica del siglo XVI", dice que en Ibi hay dos castillos, el uno llamado "Roig" y el otro Castillo Viejo.

Dicho Castell Vell, por las partes norte y oeste, es inaccesible, pues estos lados son caídas verticales de considerable altura; mientras que por su parte izquierda tiene una empinada pendiente de muy difícil acceso. Sólo por su frente, aunque el desnivel es pronunciado, se puede subir hasta él. Y es aquí donde se encuentra la muralla que defendía la fortaleza por esta parte, de la cual todavía quedan algunos restos. Se trata de varios metros de longitud y de altigud, que permiten levantar planos del perímetro exterior.

Su fábrica es de mampostería, de piedras dispuestas en hileras, típica de la arquitectura árabe. Adosada a la muralla queda la base de una torre cuadrada de cuatro metros de alto, del mismo tipo de construcción que la muralla.
Otros vestigios hallados en la zona fueron fragmentos de cerámica, muy dispersa por todo el recinto, siendo de arcilla tosca algunos, y otros de arcilla grabada. La mayoría era cerámica con esmalte color verde, rojo y azul, así como también se hallaron algunos fragmentos de hierro.
Estaríamos hablando de unos restos que datarían de los siglos XII-XIII.

La función del Castell Vell, sería en principio esencialmente estratégica y militar, pues su cometido era la defensa del paso por el barranco, y su vigilancia. Además, su interior no estaría concebido para albergar a gran cantidad de gente, sino más bien a una pequeña guarnición.
Desde la zona, la vista que se domina es el propio barranco, parte de la Foia, algo de la Canal de Alcoy, y mejor la parte de Santa María y Biscoy.

Para terminar, simplemente decir que espero que aquellos que no lo conocían, ahora conozcan un poquito más un elemento importantísimo en la historia de Ibi, y que a menudo queda un poco olvidado allá en el barranco, donde sus piedras son el único testigo de aquella época.

Saludos, Ibi-bloggers !



Fuente y fotos: EL "CASTELL VELL" DE IBI. Salvador Pastor Castelló y Julio Verdú Santonja. LIBRO DE FIESTAS DE MOROS Y CRISTIANOS 1985.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Leyendas ibenses (1): La font de les Capitanes

En esta nueva sección que intentará tratar sobre las leyendas ibenses que conzcamos, he querido empezar con una bastante interesante, y que espero que guste a todo aquel que no la conociese.
En esta primera ocasión, hablaremos de la leyenda de "La font de les Capitanes".

Y es que según parece ser, esta leyenda data de poco después de la conquista de la Foia de Castalla por el Rey Jaime I, cuando dos Capitanes, se quedaron a cargo del Castillo de Ibi, y de su escasa población. Estos dos Capitanes eran Pere d'Azagra i Ximen d'Urrea, aragoneses ambos, y que junto a sus esposas Maria y Lliurada, y una escasa guarnición del Castillo, permanecieron en el pueblo conviviendo con moriscos que cultivaban el término, los cuales dieron en todo momento pruebas de un fiel vasallaje respetando a los dos Capitanes, que como únicos señores, había dejado Jaime I, en el pequeño pueblo de aquel entonces.

Todos los días, aquellos caballeros, cabalgaban por aquellas tierras y disfrutaban admirando aquellos paisajes, por aquel entonces nutridos de las aguas de los dos rios que los atravesaban, cuando un día, llegaron al paraje en cuestión que nos ocupa.

Sucedió entonces (según la leyenda), que a mediados de mayo, en plena primavera, ambos Capitanes cruzaron un puente hecho con trocos de pino que allí había, y bajaron de sus caballos. A ambos lados del rio, existían gran cantidad de chopos, y los caballos pasturaban libremente por allí, y Pere y Ximen se detuvieron a descansar sobre la hierba junto a una fuente de agua cristalina, admirando la naturaleza de aquel rincón.

Hay que decir que, de los moriscos que se han comentado antes, no todos esuvieron de acuerdo en retirarse sin luchar contra Jaime I. Al parecer, algunos de ellos andaban por aquellos parajes, y cuando vieron a los dos Capitanes en actitud tan tranquila y confiada, cayeron sobre ellos y los asesinaron.

Un pastor descubrió poco después el crimen y rápidamente dió aviso de la tragedia. Maria y Lliurada, esposas de ambos Capitanes asesinados, fueron cabalgando hacia el lugar indicado por el pastor, y rompieron a llorar sobre los cuerpos de sus maridos. Entonces, tomando sus espadas, tomaron solemne juramento de ocupar su puesto en las huestes de Jaime I, para luchar contra los sarracenos, maravillándose muchos de verlas luchar en las batallas, en la última de las cuales, sucumbieron con gran heroismo.

Pues bien, la leyenda acaba diciendo, que cuando el Rey tuvo conocimiento de aquel extraordinario suceso, donó las tierras de aquella parte del rio a los herederos que, cuando vinieron de Huesca, mandaron edificar una vivienda en los alrededores de aquella fuente, a la cual llamaron "FUENTE VIVA", nombre que todavía hoy perdura. Esto ya le sonará a más de uno. Además, desde entonces a aquella fuente se la conoce como "FONT DE LES CAPITANES", en memoria de aquellas dos heroicas Capitanas aragonesas.

En fin, si es verdad o no lo es, quizá nunca lo sabremos, lo que sí que podemos hacer es intentar imaginar el paraje de aquel entonces, tal y como cuenta la leyenda.
Voy a aprovechar también para comentar, que si alguien conoce alguna leyenda referente a Ibi, y le gustaría contárnosla, está totalmente invitado o invitada a hacerlo, para de esa forma conocer un poco más el pueblo donde vivimos.

Hasta entonces, un saludo, Ibi-bloggers.



Fuente: LA FONT DE LES CAPITANES. Joan Verdú i Guillem. - LIBRO DE FIESTAS DE MOROS Y CRISTIANOS 1999