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viernes, 27 de agosto de 2010

Una anécdota curiosa

Ahora que se acercan las Fiestas Mayores, me gustaría dejar constancia de una anécdota, no muy conocida, referente a la imagen de la Virgen de los Desamparados. Se trata de la imagen antigua, la que fué quemada en 1936.

Parece ser que en los primeros años del s.XX, allá por 1902, o 1903, y sin que se supieran muy bien las causas, en la cara de la Virgen, por las mejillas, aparecieron unas pequeñas líneas, que al poco tiempo se convirtieron en grietas.
El cura y el alcalde, ante aquella situación, decidieron poner sólo en conocimiento de un grupo muy reducido de personas el asunto, y tras barajar algunas opciones se acordó que había que reemplazar la cabeza por otra nueva, pero para ello, la Virgen no debía salir de Ibi.
Es entonces cuando se encarga a un artista de Valencia, la confección de una que fuera lo más parecida. De todos estos trámites se encargarían D. José Pérez-Caballero y su hijo D. Juan Pablo Pérez-Caballero.
Con el mayor sigilo, y de esta manera, llegó la nueva cabeza. Parece ser que ésta no fué de mucho agrado, pues resultó ser un poco llamativa por su colorido, y con un aspecto más juvenil que la otra, pero para no retrasar la reparación, y evitar males peores, se decidió proceder al cambio.

Antigua Imagen de la Virgen de los Desamparados, destruída en 1936

Claro, para reemplazarla por la otra, había que extraer la cabeza dañada, realizando para ello una serie de cortes, en forma de cuña que abarcaban la cabeza, cuello, zona media hasta los hombros y un espacio por debajo del cuelo; y cambiarla por la nueva.
El que debía ser el encargado de cortarla, era Vicente Pascual (el tío Carrasco), el cual, se negaba a realizar dicho trabajo.

Dada la insatisfacción dejada por el artista de Valencia, D. Juan Pablo Pérez-Caballero se trasladó hasta Madrid con la cabeza de la imagen dañada (debidamente empaquetada, no olvidemos que muy poca gente estaba al corriente de todo esto), buscando a un famoso imaginero, el cual realizó su trabajo a la perfección, y no se volvió a ver ningún desperfecto en la imagen de la Virgen. Una vez llegado a Ibi el conjunto reparado, se unió fuertemente al resto de la imagen.

A última hora, y antes de que fuera colcoada la cabeza original, la gente ya había notado algo raro en el rostro de la imagen que se había manipulado, que no era la verdadera, llegando a crearse cierto malestar en la sociedad ibense.
Aún después de quedar reparada la cabeza original, perduraron los comentarios.

Y quizá alguien se pregunte... ¿qué fué de la cabeza que hizo el artista de Valencia? Parece ser que unas hermanas muy religiosas conocidas por "les Capellanetes" (Carmen y María), que vivían en la calle Empedrat, se hicieron con ella, encargaron unas varillas para hacer un armazón que representase la silueta de la Virgen, y le colocaron dicha cabeza y un manto.
Esta nueva imagen con el tiempo se llego a usar para ponerla durante todo el mes de mayo en el altar de la Iglesia y salir en procesión el día del Avís, y posteriormente volver a la casa de dichas hermanas.

Hasta aquí esta anécdota, de la cual quería dejar constancia, ya que resulta cuanto menos curiosa.

Espero vuestros comentarios, un saludo y a disfrutar de las Fiestas de Moros y Cristianos que se avecinan.
Saludos, Ibi-bloggers.




Fuente: Del pasado ibense. Antonio Anguiz Pajarón.
Foto: http://fotosantiguasdeibi.blogspot.com