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miércoles, 25 de noviembre de 2009

Biblioteca ibense (4): ESTAMPAS Y RECUERDOS IBENSES

De la conocida trilogía que en su día nos presentaba D.Antonio Anguiz, hoy quiero mostrar a aquellos que no lo conozcan, el segundo volumen.

Se trata de "Estampas y recuerdos ibenses".
Libro interesantísimo, en el que destacan, para empezar, más de 150 páginas de anécdotas reales de ibenses, que a lo largo de los años fué D.Antonio recopilando, para mostrarlas en este ejemplar. Anécdotas propias y ajenas, que resultarán cuanto menos curiosas para el lector.
Pero no es todo, por si fuera poco, si te interesa saber cómo jugaban los niños hace años, tienes una completa relación de juegos a lo largo de más de otras 100 páginas, entre las que podrás leer cómo se jugaban a los mismos, puesto que hasta nos muestra las reglas.
A todo esto, le siguen las secciones de gastronomía, una relación de antiguos anuncios de los libros de fiestas, antiguas aleluyas, supersticiones, medicina casera. Todo ello, por supuesto, ambientado en Ibi, en el antiguo Ibi.
Como véis, podéis pasar un buen rato leyendo este libro, en el que, para terminar tenemos sendos artículos sobre la familia de los Pérez de Ibi, y la de los Payá, sin dejar de lado la relación de estos últimos con el juguete, con abundante información e incluso los árboles genealógicos.

En definitiva, uno de los ejemplares imprescindibles de cualquier biblioteca ibense. Más de 400 páginas que a buen seguro os darán unas pinceladas del Ibi antiguo, al que, debemos hacer un esfuerzo por mantenerlo vivo.

Os dejo los datos del libro, por si os interesase adquirirlo. Yo lo conseguí no hace mucho en una librería local, os animo a hacer lo mismo:

Título: ESTAMPAS Y RECUERDOS IBENSES
Autor: Antonio Anguiz Pajarón
Año: 1988
Edita: Antonio Anguiz Pajarón
Nº págs.: 448
Precio: 12 €
Otros datos: Es de destacar la extensa relación de anécdotas reales de ibenses a principios del s. XX. Como portada, podemos ver una fotografía del mosaico realizado por Gastón Castelló, que se encuentra en el ayuntamiento.

Ya sabéis, no dejéis pasar la oportunidad de leerlo, un saludo Ibi-bloggers.

jueves, 19 de noviembre de 2009

El "Aula de Cultura Ponce"

Esta semana en la que Ibi se sumerge en su feria de Santa Cecilia, he podido leer como tanto el museo del Juguete como el de la Biodiversidad van a estar abiertos durante todo el fin de semana.
Ello me lleva a querer dedicarle un espacio en este blog, a un museo que tuvimos en el carrer Conill hace ya algunos años. Se trata del museo de Etnología, que comenzó su andadura como "Aula de cultura Ponce".
Así es, don Luis Barrachina Vicedo, ibense muy conocido, amante de la historia local y de las antiguas costumbres, cedió un local de su propiedad para llevar a cabo dicho proyecto. Con el patrocinio de la entonces "Caja de Ahorros Provincial", el "Aula de Cultura Ponce", fué inaugurada el 20 de enero de 1977.
En dicho lugar, llegaron a reunirse una gran cantidad de objetos y fotografías que de no haber sido por Luis Barrachina, se hubieran olvidado, o perdido. Todos esos objetos y fotografías eran de Ibi, y la mayoría de piezas fueron donadas por sus correspondientes propietarios, que en su ánimo de colaborar, rebuscaron en sus baúles y buhardillas.
La colección era de lo más completa: trillos, rulos de piedra tallada, capazos de esparto, utensilios agrarios, planchas de varias épocas, cántaros, cacerolas, faroles, candiles, quinqués, relicarios, rosarios, candelabros o incluso algún antiguo ejemplar que reproduce los Gozos a la Patrona. También habían algunas piezas musulmanas, como tejas o cerámicas, e incluso monedas romanas, y por supuesto, una extensa cantidad de fotografías que no pudieron llegar a exponerse en su totalidad, ya que en los expositores no había cabida para todas ellas. Como ejemplo, decir que habían fotos de antiguas calles y plazas, masías, pozos de nieve, ermitas, fuentes, procesiones desaparecidas, antiguas imágenes religiosas, etc.
Además de todo esto, unos maniquíes nos mostraban el modo de vestir ibense de primeros del s.XX.

Sin duda, un magnífico espacio, donde se podía disfrutar de lo IBENSE con letras mayúsculas. El nombre "Aula de Cultura Ponce", puede resultarnos un poco extraño. ¿Por qué Ponce?. El hermano de D.Luis Barrachina, Ignacio Barrachina Vicedo, a los que muchos recordarán como "Fray Ignacio Barrachina", ejerció una labor religiosa especialmente intensa en tierras americanas, en concreto por Texas y Puerto Rico. Cuando falleció, el 20 de octubre de 1968, fué enterrado en la ciudad portorriqueña de Ponce. De ahí el nombre del Aula.
Don Luis Barrachina, falleció el 27 de febrero de 1993.

Lamentablemente, aquel museo etnológico cerró ya sus puertas, y recientemente, se ha barajado la posibilidad de reabrirlo en la Casa Gran, junto a otras opciones, como el museo del Helado, o el de la Fiesta.
Sea como sea, esperamos verlo hecho una realidad muy pronto, pues creo que en Ibi disponemos de lugares idóneos para tan interesante lugar, y de esa manera tener más accesible la historia y las costumbres de nuestro pueblo.


Saludos Ibi-bloggers, y que disfrutéis en la Feria de Santa Cecilia.



Fuente:
-Aula de cultura PONCE. Libro de fiestas de moros y cristianos 1977
-Luis Barrachina Vicedo "Barravido". Libro de fiestas de moros y cristianos 1993
Foto:
-Libro de fiestas de moros y cristianos 1993


viernes, 13 de noviembre de 2009

Calles ibenses (2): CALLE FRAY GREGORIO

   
Dentro del apartado "Calles ibenses", hoy le toca el turno a la que hace mención a Fray Gregorio de Ibi, esa pequeña calle que une la de San Roque con la de San Vicente. Para ello, hablemos un poco del personaje al que hace referencia dicha calle.

 
Fray Gregorio, o Pedro Juan Jover Segura, nació en Ibi, en 1654. Capuchino, misionero y mártir, ejerció el oficio de herrero hasta que, en 1673, vistió el hábito de San Francisco en el convento de Massamagrell. Hijo de Juan Jover, y de Leonor Ángela Segura, ambos de Ibi, cambió entonces su nombre por el de Fray Gregorio de Ibi. A lo largo de su oficio religioso, contribuyó a la construcción de los conventos de Onteniente y Játiva. Pero su deseo de misiones, le llevó, junto a otros Padres Capuchinos de la provincia de Valencia, hasta Venezuela, para encargarse de la misión de los Llanos de Caracas. Una vez allí fundaron la misión de Maracaibo. Pero, por allí había un poblado de indios "Coyamos", que totalmente salvajes y antropófagos, dieron con Fray Gregorio cuando éste se adentró solo en su territorio. Al parecer, el Padre Gregorio primeramente encontró a un grupo por el que fué bien acogido, pero un grupo vecino reaccionó violentamente, y arrastraró a Fray Gregorio hasta un árbol, donde lo ataron, lancearon, trocearon y asaron. Fué el 13 de septiembre de 1694. El regreso del perro que lo había acompañado, alertó a sus compañeros. Días después, las autoridades encontraron a un miembro de la tribu con el hábito del Padre Gregorio. Enterándose de lo ocurrido, ahorcaron a cuatro o cinco de los culpables. Actualmente se conservan algunas reliquias del santo en la Iglesia Mayor de Maracaibo, a las cuales se les atribuyen algunos milagros. 



He de comentar, que al parecer en la Iglesia de Ibi, había un cuadro al óleo de Fray Gregorio, del cual parece ser que se ratificó su existencia, aunque actualmente no se tiene conocimiento de su paradero. A la izquierda podéis ver una imagen, que reproduce una copia exacta del cuadro, que estuvo en la sacristía de la Parroquia hasta 1936. Quizá fué quemado en la conocida hoguera en la que se perdieron tantos documentos, irrecuperables ya para la historia de Ibi. 

 Pues bien, una vez sabemos un poco más de la vida de Fray Gregorio, conozcamos los detalles que llevan a la corporación municipal en 1905, a dedicarle esta calle. ¿Por qué ésta precisamente?, pues porque en ella vivió el Padre Gregorio , en la calle que, anteriormente a 1905 se denominaba "Carrer Llobets". A continuación, podéis leer la propuesta que en su día formuló el alcalde: 
 

"...En el año 1654 nació en esta Villa Pedro Juan Jover Segura, en el que su mocedad su vocación le llevó a ingresar en la Orden Religiosa de los Capuchinos, y fue destinado a las misiones de América en donde, víctima de su celo religioso y civilizador, fue martirizado y sacrificado por los indios salvajes y antropófagos, que hicieron festín con su persona de sus apetitos bárbaros. Este mártir de su deber, que en la religión tomó en nombre de Fray Gregorio, habitó en la calle de este poblado, titulada en el día "De Llobets" y para que su nombre quede perpetuado en esta Villa, propone a la Corporación se sirva acordar se le de a la calle referida el nombre del "Venerable Fray Gregorio". 

 Al estar toda la corporación de acuerdo, se autorizó a llevar a cabo el cambio de nombre. 

Seguramente, no habrá pasado inadvertido el hecho de que hasta el momento en el que se decide otorgar el nombre que nos ocupa a esta calle, ésta se llamaba "carrer Llobets". ¿Por qué Llobets?, bien, aunque es difícil de averituar, Luis Satoca, en su libro "Callejero Ibense", nos da varias teorías.
Una de ellas va asociada a los apodos, que tanto protagonismo han tenido siempre en las personas. Dicho esto, él supone que al igual que existe el apodo "Rabosa", bien podría existir un señor apodado "Llob", y suponiendo que en dicha calle, e insistimos, solamente son suposiciones, existiera un señor con ese apodo, sus hijos bien podrían ser "Llobets", dando nombre a la calle.

La otra teoría la extrae al leer las actas de los plenos del año 1778, entre las cuales había una que decía: "Asimismo acordaron se represente al Sr. Intendente por los siete lobitos que mataron en este término municipal Bautista Charques y otros compañeros".

Aquí, teniendo en cuenta que por aquel entonces había muchas fincas en el término municipal, con animales para la labranza, gallinas, huevos, etc., nos encontramos que los lobos y las zorras suponían un problema grave. Por ello, tras cazar nada menos que a siete "lobitos", que vendrían a ser los "llobets"en cuestión, se desatara la alegría en el municipio por su caza, y fueran estos los que dieron nombre a la calle. Como se ha dicho, son todo teorías.

Sea como sea, no deja de ser curiosa la historia de nuestras calles. Para terminar, comentar también que existió otro cambio de nombre que estuvo vigente durante la Segunda República, y el cual fue calle Joaquín Costa. Después, ya se quedaría con el nombre que conserva a día de hoy.


 Saludos, Ibi-bloggers. 




Fuentes: 
- "Del pasado ibense" (Antonio Anguiz Pajarón y Carlos Cremades Marco)
- "BIM" (Boletín de Información Municipal
- "Callejero Ibense. Entre els plàtinos i l'Olivera" (Luis Satoca Ricart).

sábado, 7 de noviembre de 2009

Nostalgia ibense (2): La plaza de toros

De entre los lugares desaparecidos de Ibi, quizá uno de los más conocidos sea la plaza de toros. He de dejar constancia que no soy para nada partidario de las corridas de toros en las que cada año mueren de forma incomprensible tantos y tantos toros. Me parece una auténtica vergüenza en los tiempos que estamos, que se torture de esa manera a los animales.
A pesar de ello, creo que como lugar que tuvo su historia, la plaza de toros debe ser comentada, para que los que menos sepan sobre este lugar, puedan conocerlo un poco más.
La información la he extraído del libro que en su día comentamos también en el blog, "Miscelánea ibense" de D.Antonio Anguiz Pajarón.

Hacia finales del s.XIX, Bautista Rico Hernández (tío Batiste), que vivía en la calle de la Beneficencia, 10 (actual calle Concepción), observó la afición a "les vaquetes" que había en Ibi, y ello, le sugirió el dar un paso más, el poder contar con una plaza de toros, que precisamente sería construída contigua a su domicilio. Junto a Tomás Jover (Tomás de Flora), vieron algunas necesidades en el pueblo que les llevaron a unirse y llevar a cabo dichas construcciones, ambas desaparecidas actualmente. Se trataba de la plaza de toros y del teatro, del que habrá que hablar en otra ocasión. Terminadas ambas, decidieron que para el mejor funcionamiento de las mismas, cada uno se hiciera cargo de una. Así, el tío Batiste se hizo cargo de la plaza de toros, pues formaba parte de su propia vivienda; y Tomás Jover, del teatro, al que llamó Teatro Flora.

Volviendo al tema que nos ocupa, la plaza de toros, en poco tiempo, y tras las trámites oportunos, se convirtió en una realidad. La obra, se sustentaba a base de unos sólidos soportes en forma escalonada, de los cuales algunos apoyaban en la zona alta en la fachada de su domicilio, disponiendo éstos de un paso libre por abajo mediante arcadas en su base. Es en estos escalones comentados donde se apoyaban unos largos tablones que eran los que servían de gradas y que tenían marcados los asientos. Parece ser que el tío Batiste, compraba los tablones en Alicante, y al terminar la temporada taurina, los adquirían los carpinteros locales y albañiles, siendo repuestos antes de comenzar la nueva temporada.

La plaza, en la primera década del s.XX

El asiento de las gradas valía 0,50 ptas. en las corridas más baratas. Otro dato curioso es que para construir los palcos, hubo que subir un piso la vivienda y así formaran parte de su fachada. Estos palcos eran adjudicados al comienzo de cada temporada.
La verdad es que la configuración de la plaza de toros de ibi era cuanto menos curiosa, pues como ya se sabe, parte de ella la formaban las fachadas de las casas.
Un torero ibense que alcanzó cierta fama fué Andrés Coloma Sanjuán "el Clásico", nacido en nuestra localidad el 30 de noviembre de 1907. Los simpatizantes de este matador de toros, se reunían en la plaza de la Palla, en un bar denominado Bar Clásico, regentado por José García Torres "tío Govern", ubicado si no me equivoco donde se encuentra actualmente la tienda "Postigo". Al lado estaba el otro bar, el Bar Central.
Durante las dos primeras décadas del s.XX, eran muchos los alcoyanos que se trasladaban a Ibi para ver las corridas que se celebraban en la plaza local, quizás porque la de su localidad, construida a base de madera es posible que sufriera bastantes desperfectos.
La cuestión es que los visitantes alcoyanos, al venir de una población mayor se consideraban superiores, ocasionando con ello numerosos altercados, y parece que las riñas, discusiones y algunas horas en la cárcel local no bastaban para cortar esas provocaciones.
Un incidente ocurrido en 1919, sería el desencadenante del cierre de la plaza de toros, y es que en una corrida de finales de temporada de aquel año, una serie de aficionados alcoyanos, intentaron saltar al ruedo, tratando la Guardia Civil de impedirlo. Pero se les hizo frente, y un Guardia llamado Ivars repartió algunos culatazos, a consecuencia de los cuales, dos de estos aficionados, murieron.
Como ya se ha dicho, éste incidente decidió a su dueño el cerrar la plaza, y poco tiempo después comenzó su derribo.

Actualmente como sabemos, sólo quedan algunos de los soportes con las formas escalonadas que servían para apoyar los tablones. Esperemos que se conserven en ese lugar, y no sean destruídos, como lamentablemente ha pasado con tantas y tantas cosas en Ibi.

Algunos de los restos actuales de la plaza de toros.

Por su parte, una rotonda ocupa el lugar del ruedo, en la que, recientemente se ha colocado el arco que servía de entrada hasta hace poco a los jardines de la Casa Gran.

Un saludo, Ibi-bloggers.



Fotos 1 y 2: http://fotosantiguasdeibi.blogspot.com
Foto 3:
http://basseta2007.blogspot.com

lunes, 2 de noviembre de 2009

Biblioteca ibense (3): ENTRE EL RIU I LA VIA. CIEN AÑOS EN LA VIDA DE IBI

De los libros comentados hasta el momento, éste es el más reciente salido a la venta, pues data del año 2003, así que con suma facilidad creo que podréis encontrarlo en cualquier librería local.
Se trata del libro de Salvador Miró: "Entre el riu i la via. Cien años en la vida de Ibi".
Entre sus páginas encontraremos gran cantidad de interesantes datos. Para empezar, tenemos una cronología de todo el siglo XX, en la que año por año, podemos leer los acontecimientos más importantes de los años 1901 al 2000. Por si esto fuera poco, el juguete, símbolos e instituciones ibenses, el urbanismo, el frustrado proyecto ferroviario, la educación, el deporte, la cooperativa agrícola de Ibi, datos sobre inmigración, fiestas, o medios de comunicación son también, algunos de los temas que el autor analizó en el libro.
Y no olvidemos la gran cantidad de listados, de lo más variados, que encontramos en la parte final, desde anotaciones en el registro, censos de población, cargos locales, empresas, incluso la facturación de algunas de ellas, pasando por asociaciones y datos climatológicos,...
En definitiva, a lo largo de las 435 páginas del libro, estoy seguro que encontraréis una forma entretenida de descubrir datos sobre Ibi.

Os dejo los datos del libro:

Título: ENTRE EL RIU I LA VIA. CIEN AÑOS EN LA VIDA DE IBI
Autor: Salvador Miró Sanjuan
Año: 2003
Edita: Salvador Miró Sanjuan
Nº págs.: 435
Precio: 15 - 20 €
Otros datos: Prólogo de Gabriel Cisneros Laborda. Más de 100 páginas con interesantes listados.


No dejéis pasar la oportunidad de leerlo. Si os interesa la temática ibense, éste es uno de los libros que no puede faltar en vuestra biblioteca.

Saludos, Ibi-bloggers.